Tratar para prevenir la infección por VIH. Un concepto no precisamente
novedoso en el campo del VIH y el sida pero que a juicio de la revista
Science merece el calificativo de hallazgo científico del
año. Más concretamente, los editores conceden este galardón al «ensayo
clínico HPTN 052 que demostró que es hay un 96% menos probabilidades de que las
personas infectadas por el VIH transmitan el virus a sus parejas si están siendo
tratadas con fármacos antirretrovirales».
Los hallazgos parecen poner fin a un debate ya muy
antiguo sobre si los antirretrovirales podrían proporcionar un doble
beneficio -tratamiento individual y prevención colectiva- al reducir las tasa de
transmisión. Según este trabajo,
publicado en agosto en The New England
Journal of Medicine (NEJM), ahora ya está demostrado que los
antirretrovirales tienen este doble efecto beneficioso.
Pero el proceso ha sido muy largo. Ya en 1994, señala José Mª Gatell, del
Hospital Clinic de Barcelona, se publicó en NEJM el estudio PACTG 076
en el que se demostraba que la monoterapia con zidovudina (el
primer fármaco con actividad antirretroviral) era capaz de «reducir de forma
significativa la tasa de transmisión materno-fetal del VIH-1». Estudios
posteriores demostraron que la tasa de transmisión materno-fetal era
prácticamente nula si la carga viral (número de copias del VIH en la sangre) de
la madre era muy baja o indetectable.
A partir de este momento, señala este experto, distintos estudios de cohortes
demostraron que la transmisión del VIH por vía sexual era «muy difícil, sino
imposible, si la carga viral de la persona infectada era
indetectable». Además, añade Gatell, grandes estudios
poblacionales también sugirieron que cuanto mayor es la tasa de personas
infectadas con «carga viral indetectable como respuesta al tratamiento, menor
era la tasa de nuevas infecciones». Pero, reconoce, «hemos tenido que esperar a
la publicación del estudio HPTN 052 para disponer de un estudio aleatorio y
prospectivo que demostrara que la tasa de transmisión a una pareja
serodiscordante era muy inferior -de hecho prácticamente nula- si el miembro de
la pareja infectado por el VIH-1 recibía tratamiento antirretroviral».
Parejas serodiscordantes
El estudio HPTN 052, coordinado desde la Universidad de Carolina del Norte en
Chapel Hill (EE.UU.) se llevó a cabo en 1.763 parejas heterosexuales
de nueve países distintos: Brasil, India, Tailandia, EE.UU. , Botswana,
Kenia, Malawi, Sudáfrica y Zimbabwe. En cada pareja había un miembro con VIH. Se
trató en la fase de primoinfección
a la mitad de los individuos con VIH y se esperó a que la otra
mitad de VIH+ tuviera menos de 250 linfocitos CD4 -indicador de daño
inmunológico severo que la mayoría de las guías de tratamiento establecen como
el momento de inicio del tratamientoantes de ofrecer tratamiento.
Sin embargo, y a tenor de los resultados, se decidió 4 años antes de
que el ensayo finalizara, que todos los participantes con VIH del
estudio recibieran antirretrovirales de inmediato. Los resultados habían
demostrado los importantes efectos del tratamiento temprano en las tasas de
transmisión de VIH y se recomendó que los hallazgos del ensayo fueran hechos
públicos tan pronto como fuera posible.
El estudio, reconoce Juan Carlos López Bernaldo de Quirós, del Hospital
Gregorio Marañón de Madrid, «supone un cambio de estrategia en
la lucha contra el VIH». Hasta hace poco, se consideraba el tratamiento
antirretroviral muy importante desde un punto de vista clínico para el propio
paciente, pero este trabajo viene a dar el «espaldarazo» a una hipótesis que ya
se viene apuntando desde hace tiempo y «es el tratamiento antirretroviral, no
como herramienta individual para el paciente, si no como una herramienta
colectiva para control de la epidemia».
Terapia desde el primer momento
Desde luego, dice Gatell, que los datos anteriores obligarán a «plantearse la
necesidad de recomendar el tratamiento antirretroviral a todas las personas
infectadas por el VIH -independientemente de su cifra de linfocitos CD4+ y de su
carga viral- no tan solo para su propio beneficio, sino también por motivos de
salud publica». De hecho, apunta, la reducción del número estimado de nuevas
infecciones por el VIH-1 a nivel mundial -según estimaciones del ultimo informe
de ONUSIDA- podría deberse, al menos en
parte, «a la expansión de la cobertura terapéutica en los países en vías de
desarrollo».
El investigador del hospital madrileño comenta que hay algunos
modelos matemáticos que predicen que si en la ciudad de San
Francisco «recibieran tratamiento» todos los varones homosexuales infectados por
VIH, y si una vez al año todos los homosexuales se hicieran «la prueba del VIH»
y, si fuera positiva se trataran, en 2020 «el número de nuevas infecciones por
VIH en dicha ciudad disminuiría en un 90%».
En Europa occidental, explica, además de los esfuerzos por disminuir la
transmisión del VIH, el tratamiento antirretroviral es el «factor que más ha
condicionado la estabilización de las nuevas infecciones, o incluso la
disminución de las mismas». En este sentido, señala, muy probablemente, durante
los próximos años «la guías de tratamiento antirretroviral
consideren cada vez más el tratamiento precoz de los pacientes, incluso
con cifras elevadas de CD4».
Los expertos españoles consideran que el galardón está más que justificado.
«El estudio es también, a mi juicio, la publicación mas importante sobre VIH
2011. El que además sea elegido como evento científico del año en todas las
disciplinas de la ciencia lo confirma aun más», asegura Juan Carlos López. Para
Gatell, el que este concepto haya sido elegido como el avance científico del año
parece plenamente «justificado».
Dificultades
Sin embargo, como reconocen los editores de Science, «hay enormes
obstáculos cuando se trata de aplicar la evidencia de este ensayo clínico a la
población. Alrededor de 52% de las personas que necesitan tratamiento de forma
inmediata para su propia salud no tiene acceso a los fármacos -eso representa
7.6 millones de personas- ». Pero lo cierto es que para muchos investigadores,
estos resultados suponen un «cambio en las reglas del juego»,
por su eficacia cercana 100% en la reducción de la transmisión del VIH.
ABC