Cinco adolescentes murieron por la explosión de un artefacto improvisado (IED, en inglés) cuando jugaban en una localidad de la provincia de Faryab, en el noroeste de Afganistán, informaron este lunes 22 de diciembre fuentes policiales.
La explosión se produjo el domingo por la tarde en la localidad de Chakalzi del distrito de Shirin Tagab, donde "cuatro de los niños murieron en el lugar y el quinto falleció de camino al hospital", dijo el portavoz provincial de la Policía, Sayed Masoud Yaqiubi.
"Los adolescentes tenían entre 10 y 14 años" y el explosivo estaba colocado en un punto de paso en una zona que ha estado controlada por insurgentes en los últimos tres años, afirmó Yaqiubi.
El jefe del distrito, Sayed Luqman Gahrik, aseguró que "las minas caseras fueron colocadas por los talibanes, que las fabrican en zonas bajo su control para golpear a las Fuerzas de Seguridad afganas".
El sábado murieron siete civiles, entre ellos niños y ancianos, al estallar un artefacto explosivo improvisado al paso del vehículo en que viajaban en la provincia de Kunar, en el este del país.
Los atentados suicidas son, junto a los artefactos explosivos improvisados, los métodos más recurrentes de los talibanes para atacar a las fuerzas afganas e internacionales, aunque en la práctica causan un elevado número de víctimas civiles.
El número de víctimas civiles en el conflicto afgano ha aumentado entre enero y noviembre un 19 % con respecto a 2013 y supera los 3.000 muertos y 6.000 heridos, según datos de la ONU.
Afganistán atraviesa uno de los momentos más complicados desde la invasión de Estados Unidos y el final del régimen talibán hace trece años, con un aumento en los últimos meses de los ataques insurgentes cuando está a punto de finalizar el 31 de diciembre la misión multinacional de la ISAF, que dirige la OTAN.
No obstante, Estados Unidos prevé mantener unos 10.800 soldados y la Alianza Atlántica entre 3.000 y 4.000 militares, con un nuevo rol de asesoramiento y equipamiento de tropas afganas.
EFE