Los grandes grupos venden la mejor imagen en el exterior
José Manuel Entrecanales, el encargado de enviar a Mariano Rajoy el pasado lunes el mensaje de la empresa familiar, forma parte del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC). Este grupo, formado por 17 grandes grupos fue impulsado precisamente desde el Instituto de Empresa Familiar (IEF), que tiene varios miembros comunes. Pero, mientras el CEC ha dado un soplo de aire fresco a la política económica del Gobierno, la mayor parte de las empresas familiares siguen siendo pesimistas con la situación política y económica.
El CEC nació como un think tank “que suma compromisos y esfuerzos para aportar propuestas que mejoren la competitividad, ayuden a la recuperación económica y fortalezcan la confianza internacional en España”, según su propia definición. El valor añadido consiste en aportar experiencias y elaborar documentos. La importancia de los grupos que lo forman, tanto a nivel nacional como internacional (Telefónica, El Corte Inglés, Mango, Barceló, Banco Santander, Repsol, Acciona, La Caixa, BBVA, Inditex, Planeta, Mapfre, ACS, Ferrovial, Havas Media Group, Mercadona e Iberdrola), le dan un peso específico relevante.
Cada una de esas empresas ha hecho, de forma individual, las consideraciones oportunas sobre la política del Gobierno y, en su mayoría, le han pedido que profundice o inicie las reformas (laboral, financiera, fiscal, función pública...) con más o menos insistencia. Pero, en conjunto, el CEC, que preside César Alierta (presidente de Telefónica), se ha convertido en el mejor aliado del Ejecutivo. En un informe titulado España, país de oportunidades, que presentó el 2 de abril, el CEC subraya que la economía ha empezado a dar visos de recuperación, que al final de año se estará creciendo y que para 2014 el crecimiento podrá empezar a generar empleo. Para ese año augura un aumento del PIB del 0,8%, frente al 1,4% de caída de 2013.
El CEC, además, ha organizado una gira por 23 capitales fuertes del mundo financiero, en la que todavía se encuentran, para explicar el informe. En este road show participan algunos de los presidentes de las empresas, así como los economistas José Manuel Campa y Alfredo Pastor (exsecretarios de Estado de Economía con el PSOE), o el profesor del IESE Juan José Toribio, entre otros.
El optimismo que irradia el informe ha generado bastante controversia entre analistas e, incluso, empresarios, que lo han tachado de demasiado optimista, cuando el empleo no levanta cabeza y el consumo no despega. Reconocen, no obstante, el empeño por insuflar ánimo y atraer inversiones. Pero se preguntan si, de verdad, la gira va a tener impacto y atraer inversores.
De hecho, no todos los miembros del IEF parecen compartir esa dosis de optimismo del CEC. La encuesta que el instituto hace para medir la temperatura entre los asistentes a la asamblea (en torno a un centenar), arroja un suspenso a la situación económica (2,16 sobre nueve), que es algo mejor que hace un año (2,02) aunque peor que el último año de Rodríguez Zapatero (2,94).
Lo mismo ocurre con la situación política (2,2 sobre nueve), lo que supone menos de la mitad de la que daban hace un año (4,8) y parecida a la que dieron a Zapatero en su último año (2,42). Por otra parte, una gran mayoría (el 75%) cree que no existen indicios que permitan pensar que la crisis económica tocará fondo en 2013, peor que en 2012 (66%). El 64% de los consultados afirman, no obstante, que tienen previsto aumentar su inversión en 2013. A la pregunta de si ha conseguido renegociar líneas de crédito en igual o mejores condiciones que en 2012, el 42% cree que igual y el 48% que peor (el año pasado era el 60%).
El 35% de las empresas espera mantener el empleo; un 37%, reducirlo, y el 14%, aumentarlo. El 48% no repartirá dividendo este año (frente al 33% del año pasado) y solo el 7% repartirá más del 50%. Un 50% espera aumentar sus ventas, el 12% piensa que va a vender fuera de España más del 75% de su facturación y un 36% que venderá menos del 25%.
EL PAIS