Aún no tiene nombre comercial ni se sabe cuándo podría ponerse a la venta, pero el «LCZ696» se ha convertido en la última esperanza de las personas con insuficiencia cardíaca, aquellas que tienen un corazón débil, incapaz de bombear suficiente sangre al organismo. Un estudio con más de 8.400 pacientes de 47 países diferentes, entre ellos España, ha demostrado que este fármaco experimental reduce en un 20 por ciento la mortalidad y las hospitalizaciones de estos enfermos.
El estudio, presentado en el Congreso Europeo de Cardiología de Barcelona, comparaba la nueva molécula con enalapril, el tratamiento de cabecera de esta dolencia desde hace veinte años. Los resultados fueron tan satisfactorios que el estudio terminó antes de tiempo por indicación del comité de seguridad del ensayo clínico.
Vivir más y mejor
«Las personas con insuficiencia cardíaca no solo viven más con este tratamiento, sino mejor», afirma Marisa Crespo, responsable de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca y Trasplantes del Complejo Hospitalario de A Coruña. Crespo, que ha participado en este ensayo internacional, destaca la mejora de la calidad de vida de los pacientes –se fatigan menos, se les hinchan menos los pies, sufren menos reingresos...– y el perfil de seguridad del nuevo tratamiento. Provoca menos efectos secundarios importantes que el tratamiento tradicional. Por ejemplo, reduce los problemas renales y la tos tan molesta que causa el enalapril.
«Dos en uno»
El nuevo fármaco es un «dos en uno», una combinación de dos medicamentos. Uno es valsartan, uno de los «superventas» de los medicamentos del corazón y el otro es un compuesto que inhibe una enzima llamada neprilisina.
«Lo novedoso de este medicamento experimental es que posee una acción dual. Bloquea la activación de sistemas neurohormales dañinos que se activan en esta enfermedad pero, al mismo tiempo, impide la degradación de una sustancias beneficiosas naturales que protegen al corazón», detalla esta cardióloga.ABC