El presidente el Banco Popular, Ángel Ron (Santiago de Compostela, 1962), ha llevado a su entidad hasta México. El gigante americano, que acaba de cerrar un profundo proceso de reformas, se ha convertido en una tierra de oportunidades. De la mano de la familia mexicana Del Valle, uno de los principales accionistas en el banco, el Popular se ha hecho con el control del 24,9% del grupo financiero BX+ (Ve por Más), especializado en el sector de la pequeña y mediana empresa. Es un primer paso estratégico que augura mayores inversiones pero ,de ningún modo, como recalca Ron, el abandono del mercado español. El presidente del Popular confía en la recuperación de España, se muestra confiado ante las pruebas de stressdel Banco Central Europeo y considera que la fractura catalana se curará con diálogo y negociación. Ron, un hombre tranquilo y de talante amable, responde mirando de frente en un delicioso palacete del paseo de Reforma. Es martes, luce el sol y las tormentas que sacuden los cielos de la Ciudad de
México parecen muy lejanas.
Pregunta. ¿Qué opina de las reformas aprobadas en México?
Respuesta. Son muy positivas. Es un programa ambicioso que cubre un amplio espectro económico y que le dan a México un claro potencial de crecimiento. Van a atraer capital internacional.
P. ¿Por eso invierten en México?
R. El principal foco va a seguir siendo España, donde tenemos el 90% de los activos. Cuando has superado una crisis como la que ha sufrido nuestro país, te das cuenta de que ha sido gracias a la diversificación internacional o de negocios. España es un país rentable, pero sobrebancarizado, con una de los mayores tasas del mundo en cajeros por habitante. Los crecimientos, por tanto, son bajos y conviene completarlos en el exterior. Nuestra idea es lograrlo con lo que este banco sabe hacer: su banca de pymes. Y para ello el mejor sitio es México.
P. ¿No teme que la alta tasa de informalidad de las pymes mexicanas frene su crecimiento ?
R. No, porque hemos elegido un socio local, el grupo financiero BX+, dirigido por la familia Del Valle, con una enorme experiencia industrial y bancaria en el país. Llegamos en el momento adecuado. La informalidad de la economía está directamente vinculada al flujo de crédito y a sus condiciones. Ahora mismo, el peso del crédito sobre el PIB ofrece cifras muy bajas y el nivel de bancarización de las pymes gira en torno a un 30%. Con las reformas introducidas, iremos viendo un mayor nivel de formalidad de la economía y, por tanto, de crecimiento.
P. ¿Y han tenido en cuenta el llamado efecto Peter Pan, el miedo de las pymes informales a crecer para evitar tener que pagar los costes fiscales y laborales de una regularización?
R. Creo que como hay coincidencia entre el poder político y la banca comercial, lo que vamos a ver es que las propia reformas van a animar a la formalidad de la economía. La nuestra es una meta a largo plazo. El crecimiento no se va a hacer de la noche a la mañana. Partimos de un balance pequeño. La ambición es triplicarlo, sobre la base de una inversión muy intensa en capital y tecnología. Será un proceso muy pausado. Paso a paso.
P. ¿Hasta qué punto ha influido en su entrada en BX+, la posición de la familia Del Valle en el Banco Popular?
R. Es una confluencia de análisis y de intereses, que se dio desde el primer momento del acercamiento de la familia Del Valle.
P. ¿Van a invertir más en México?
R. Sí, estamos en la primera parte de la inversión. El país es de los pocos de Latinoamérica que mantienen las perspectivas de aumento del PIB. Hay una coincidencia general en que crecerá entre el 3,5% y el 4% en los próximos años. El momento de entrar es ahora y pensamos que va a haber oportunidades. Una vez que la plataforma que creemos funcione, iremos al mercado para captar más capital y crecer más.
P. ¿Teme los test de stress del BCE?
R. No nos preocupan.
P. ¿Y qué resultados esperan?
R. Somos optimistas, tanto por el sistema financiero español como por el banco. España pidió ayuda a Europa y llevó adelante un fuerte programa de recapitalización. El resultado es que ahora tenemos más capital y más provisiones. Y la situación económica ha mejorado desde el punto de vista macroeconómico.
P. Pero el escenario de una Cataluña cada vez más independentista y en la senda de la fractura, ¿no afecta a esas perspectivas económicas?
R. Todo lo que afecta a la estabilidad política y a la seguridad jurídica es malo para el crecimiento económico. Pero no es el escenario central para nadie, especialmente para los que nos ven desde fuera. La comunidad inversora extranjera le da muy bajas posibilidades de éxito. España, como conjunto, tiene más sentido con un futuro común, aunque haya que entrar en un diálogo para ver el encaje de Cataluña. La capacidad de negociación tiene sus límites y estos son razonables.
P. ¿Por qué?
R. El escenario planteado desborda la capacidad de negociación de cualquier Gobierno. Tenemos un marco regulatorio que ya está dado, dentro de él se pueden hacer mejoras. Al final se impondrá una solución pactada y dialogada.
P. Si se diese la fractura, ¿cómo afectaría a su banco?
R. No barajamos ese escenario.
P. ¿Cuáles son los riesgos para la recuperación de la economía española?
R. Son más externos que internos. La economía española se está recuperando, y ha empezado por los datos macro: el déficit por cuenta corriente, la mejora de las exportaciones, cierta contención de las importaciones, la evolución del PIB, el paro también, aunque no tanto como quisiéramos, la morosidad bancaria, la venta de inmuebles, la demanda interna... Todo eso es positivo. Los riesgos internos tienen que ver con los desequilibrios, seguimos teniendo un paro alto, una deuda alta y una productividad con un comportamiento contracíclico. Se debe proseguir con la agenda de reformas. Han sido muy dolorosas pero están rindiendo frutos. La otra fórmula es eliminar los obstáculos a la creación de empresas, ahí estamos a la cola. Y seguir con la reforma de la Administración. Los riesgos externos tienen que ver con las bajas expectativas de crecimiento en Europa, por la desaceleración. Y hay otros que no se pueden cubrir, como los conflictos geopolíticos.
P. ¿Cómo ve a Ana Patricia Botín?
R. La conozco de tiempo atrás, cuando ocupaba la presidencia de Banesto y éramos de los presidentes más jóvenes de la banca española. Le he mostrado siempre mucho respeto y creo que ha tenido un proceso de formación y experiencia en el sector que la hacen una profesional de primerísimo nivel. Tiene el reto de continuar con las trayectoria del banco y lo va a hacer muy bien.EL PAIS