Desde el 24 de junio Luis Suárez no se vestía con la camiseta de Uruguay. Desde que mordiera a Chiellini en el hombro en el transcurso del Uruguay-Italia del Mundial de Brasil, a consecuencia del cual la FIFA le puso una sanción de nueve partidos de suspensión con su selección. Esta noche el 9 del Barça volvía a vestirse de corto con su selección en un amistoso frente a Arabia Saudí, concentrando las miradas de todo el universo futbolístico.
'Abrió' el marcador para Uruguay
A Luis Suárez se le vio participativo, buscando balones y buscando con quien asociarse, y combativo, peleando todas y cada una de las pelotas que estaban en su radio de acción. No obstante, y como es lógico, se le vio falto de la chispa propia que da el ritmo de la competición, los minutos, y, además, fue víctima en cierta parte del pobre juego de su selección, gris a la hora de jugar la pelota.
En el primer tiempo no dejó de bajar hasta su campo para recibir el balón, darlo de primeras y armar el ataque de su equipo, aunque no tuvo ninguna ocasión de gol. Buenos desmarques y buenas intenciones, eso sí; como en el esférico que controló de primeras tras un buen pase en largo, aunque posteriormente no pudo irse de su marcador. En acciones como ésta se le notó falto de minutos.
Cerca del gol
No marcó, pero pudo hacerlo. De un gran golpeo suyo de primeras nacía el único gol de Uruguay. Primero se jugó la pierna peleando un balón ante un rival que, como el resto de integrantes de Arabia Saudí, no se arrugaron ante los de Tabárez. Su lucha dio como fruto una falta. El centro de la misma lo enganchó de volea, el balón fue el palo y el defensa rival se hizo un gol en propia puerta. Era el 0 a 1 y Luis Suárez mostraba lo importante que es para su selección.
Minutos más tarde pudo hacer el gol en una acción rocambolesca, en otro disparo que no iba a puerta, pero que el portero de Arabia Saudí casi introduce de nuevo el balón al fondo de su portería. Pero, la más clara, fue un mano a mano que tuvo con Waleed Abdullah. De nuevo la ocasión le venía tras pelear un balón, una mala cesión. Encaró al portero. Pudo disparar de primeras o regatearle, intentó esta segunda opción, pero el guardameta saudí le vio las intenciuones y le quitó el gol. Con más minutos en las piernas, Luis Suárez no hubiera perdonado.
Dejó el terreno de juego en el 69', agotado, por el esfuerzo y el calor, pero satisfecho del trabajo realizado. Se fue al banquillo con el 0 a 1 en el marcador, posteriormente Arabia Saudí empataba en el tiempo de descuento. Luis Suárez sigue poniéndose a tono de cara al Clásico del 25 de octubre en el Bernabéu.
MD