El opositor Maithripala Sirisena juró hoy como presidente de Sri Lanka en una solemne ceremonia en la que aseguró que sólo aspira a gobernar un periodo y que dedicará su gestión a plantar cara a la corrupción y cambiar la cultura política del país.
"Me dedicaré a crear una cultura política mejor y a erradicar la corrupción y las malas prácticas" de gobierno, aseguró Sirisena en un discurso ante cientos de personas que acudieron a la Plaza de la Independencia de Colombo, símbolo de la emancipación del país.
Rodeado por representantes de todos los poderes políticos y de la cúpula de las Fuerzas Armadas, Sirisena anunció "reformas sociales necesarias, reformas económicas y reformas políticas", en sintonía con el programa político que propuso para los primeros cien días de gobierno.
Sirisena fue proclamado hoy ganador de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar ayer en la antigua Ceilán, al lograr el apoyo de 6.217.162 de sus compatriotas, un 51,3 % del total, frente a los 5.768.090 (47,6 %) que alcanzó su contendiente y hasta hoy presidente del país, Mahinda Rajapaksa.
Sirisena, colaborador cercano de Rajapaksa hasta hace menos de dos meses, decidió lanzarse como candidato de unidad de la oposición para evitar el rumbo "hacia la dictadura" que estaba adoptando el país de la mano del anterior gobernante, que en estas elecciones buscaba un tercer mandato como presidente.
"No tengo ninguna intención de aspirar a ningún otro periodo como presidente y estableceré la ley y el orden en el país", manifestó el nuevo presidente, el séptimo desde la aprobación de la Constitución vigente.
Sirisena no dejó pasar la ocasión de recordar el maltrato que recibió en los medios públicos durante la campaña electoral, que se desarrolló de manera crispada y con incidentes violentos que le costaron la vida a una persona y dejaron un número indeterminado de heridos.
"He podido soportar los desafíos que tuve que afrontar durante la campaña electoral, incluyendo el comportamiento antiético, partidario y embarrador de los medios del Estado", dijo.
Sirisena también hizo un guiño a la comunidad internacional, muy expectante de lo que ocurría en un país estratégico para el comercio y los servicios desde y hacia China y que ha venido siendo socio estratégico del gigante asiático así como de Rusia y otros países alejados políticamente de Occidente.
"Transformaré la política exterior del país en una política exterior refinada y mantendremos relaciones cercanas con todos los países y organizaciones internacionales para proteger al pueblo y los intereses del país", afirmó.
"Fortaleceré la democracia y la libertad y construiré una mejor ética social", proclamó el hombre que hasta hace un mes y medio era ministro de Salud de Rajapaksa y secretario de su formación política, el Partido de la Libertad (SLFP).