El presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo balance de su año como presidente del G77 y Chinaantes de pasar hoy el testigo a Sudáfrica, con la consideración que "la erradicación de la pobreza debe ser el hilo conductor y objetivo central para la agenda de desarrollo post 2015".
"Llegó la hora de este traspaso", dijo Morales ante el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y el representante del país que asume la presidencia ahora, Sudáfrica, el viceministro de Relaciones Exteriores, Luwellyn Landers.
Entre ellas, señaló, además de la necesidad de erradicar la pobreza "de manera total" en 2030, "el problema de la desigualdad, que es más grave que nunca debido a la prevalencia de la riqueza extrema y que se agrava por unos patrones de consumo y producción insostenibles por los países capitalistas", aseguró.
Por eso, llamó de nuevo a "la necesidad de la construcción de un nuevo orden mundial y una agenda apropiada para los países del sur para el establecimiento de un sistema más justo y democrático".
Morales también se refirió a la importancia de la independencia política de los países en desarrollo respecto a los desarrollados.
"Durante la colonia, el estado colonial, desde arriba, quería dividirnos para dominarnos políticamente y robarnos económicamente, saquear nuestros recursos naturales. Cuando había fuerzas políticas que democráticamente querían liberarse, había dictaduras militares, golpe de estado", dijo.
También recordó que el G77, recién cumplidos los 50 años desde su formación, es el grupo más grande de las Naciones Unidas (cuenta con 133 países actualmente) y que eso le da poder respecto a los más poderosos.
"Tenemos muchas diferencias con algunos países desarrollados. Nosotros luchamos por la paz, pero otros tienen la guerra. Nosotros luchamos por la vida, ellos buscan la muerte. Pero quienes coincidimos en defender la paz con justicia social, defendemos la vida y la humanidad, coincidimos", aseguró.
EFE