Fuertes disparos y explosiones se han escuchado en la imprenta de Dammartin-en-Goele, al noreste de París, donde los hermanos Kouachi, sospechosos de la masacre del semanario Charlie Hebdo, se atrincheraron con al menos un rehén.
Se trata, según las primeras informaciones, del asalto de las fuerzas de seguridad para acabar con esta crisis.
Las televisiones francesas muestran imágenes de humo blanco saliendo de la empresa en la que Said y Cherif Kouachi llevan atrincherados desde esta mañana con un número indeterminado de rehenes y que está bajo el asedio de las fuerzas de seguridad.
A las 16.55 hora local (15.55 GMT) se han escuchado los primeros disparos (varias decenas), acompañadas de explosiones de lo que parecen granadas de humo.
Cinco minutos más tarde se escuchó una nueva ráfaga de detonaciones.
Agentes del cuerpo de elite de la Gendarmería, el Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) subieron al techo de una de las naves.
Un helicóptero de la Gendarmería, que se hallaba en tierra, se puso en marcha solo tres minutos después.
El Ministerio del Interior había anunciado que intentaba contactar con los sospechosos para negociar "un desenlace pacífico" de la crisis.
Las fuerzas de seguridad han establecido un fuerte cordón policial de varios kilómetros en torno a la zona donde se están produciendo los hechos.
En torno a las 08.40 hora local (07.40 GMT), de acuerdo con esa fuente, los dos hombres arrebataron por la fuerza su vehículo, un Peugeot 206, a una mujer en la localidad de Montagny-Sainte-Félicité, en el departamento del Oise, quien los identificó como los hermanos Kouachi.
Unos minutos más tarde, ya en Dammartin-en-Goele se produjo un tiroteo con la policía, en el que no hubo víctimas.
EFE