Con una eucaristía en el Cuartel de La Montaña, en la parroquia 23 de Enero de Caracas, el presidente de la República, Nicolás Maduro, y el gabinete del Gobierno, rindieron homenaje a Hugo Chávez, a tres meses de su muerte.
La misa fue oficiada por el padre Numa Molina. "Lo recordaremos porque dejó su huella en el medio del corazón de la gente, y sobre todo de los más pobres y de quienes más lo necesitaban", expresó.
A la eucarística asistieron Cilia Flores, el vicepresidente ejecutivo de la República, Jorge Arreaza, y el gabinete ministerial.
El presidente Nicolás Maduro manifestó al inicio del acto: "Nos incorporamos al homenaje que nuestro pueblo, desde lo más profundo de su corazón, rinde a nuestro comandante supremo Hugo Chávez, hoy 5 de junio, a tres meses exactamente de su partida".
Vestido con una chaqueta deportiva con el tricolor venezolano y acompañado de ministros, Maduro sembró en el Cuartel de la Montaña un ciruelo, que le regalaron en Lima para dárselo a Chávez en una de las "últimas etapas de su lucha contra la enfermedad" y que nunca pudo entregárselo, y un samán, árbol emblemático de Venezuela.
Según Maduro, el ciruelo es un "hijo" del que fue sembrado por el prócer venezolano Simón Bolívar, al cual Chávez admiraba mucho, en el lugar donde vivía en Lima con su pareja sentimental, la ecuatoriana Manuelita Sáenz.
Mientras, el otro árbol proviene del 'Samán de Güere', que se encuentra en el estado Aragua y que fue visitado por Bolívar, indicó el gobernante.
El 5 de marzo, Maduro anunció al mundo la muerte de Chávez a las 16H25 de ese día tras combatir por casi dos años contra el cáncer, que lo obligó a someterse a varios ciclos de quimioterapia y radioterapia, la mayoría realizados en un hospital de La Habana.
"Solamente con la revolución viva, Chávez vive, no hay otra forma (...) Llevamos aquí todos su antorcha, su bandera", expresó Maduro. Tras la misa, se escucharon varios cañonazos en conmemoración a la muerte de Chávez, que gobernó desde 1999 hasta 2013, y lideró la "revolución bolivariana".
