La Policía de Bolivia decomisó 27 toneladas de hojas de coca molidas que iban a ser exportadas al Líbano en paquetes de infusión yerba mate, suficientes para producir cocaína por un valor de 90 millones de dólares, informó este lunes el Gobierno.
El ministro boliviano de Gobierno, Hugo Moldiz, dijo a los medios en la ciudad de Santa Cruz (este) que es la primera vez que se decomisa hojas de coca molidas para la exportación con el propósito de hacer una transformación en cocaína fuera del país.
Moldiz calculó que se hizo una inversión de 350.000 dólares en la coca molida, pero que una vez transformada en cocaína su valor ascendería hasta los 90 millones de dólares, ya que se trata "de un negocio altamente capitalista" por la geopolítica de las drogas.
Con las 27 toneladas pueden producirse alrededor de 100 kilos de clorhidrato de cocaína, según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.
En el operativo, la Policía detuvo a dos bolivianos implicados en la exportación de la hoja de coca como si fuera yerba mate a través de un puerto de Chile, apuntó Cáceres.
La planta molida tiene como único uso convertirse en materia prima para la producción de la cocaína.
El consumo de hojas de coca es legal en Bolivia, de forma directa para su masticación por parte de diversos sectores sociales o como un insumo para varios tipos de productos derivados como licores, alimentos o infusiones para aminorar los efectos de la altitud.
Pero la planta, que contiene alcaloides, también es usada por los narcotraficantes para la producción de cocaína.
Tras una gestión del Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, la Organización de Naciones Unidas (ONU) avaló en 2013 el derecho de sectores sociales bolivianos de masticar la hoja de coca o "acullicar", pero mantuvo la prohibición de su exportación y la inscripción en la lista internacional de "sustancias controladas".
Según un reporte de la ONU sobre la hoja de coca en Bolivia difundido a mediados de 2014, en el país existen 23.000 hectáreas de plantaciones, de las que solo 12.000 tienen respaldo legal.
El año pasado, el viceministro Cáceres reconoció que un 47 % de la producción de coca no pasa por los mercados legales y su único destino es la producción de la cocaína.
El ministro boliviano de Gobierno, Hugo Moldiz, dijo a los medios en la ciudad de Santa Cruz (este) que es la primera vez que se decomisa hojas de coca molidas para la exportación con el propósito de hacer una transformación en cocaína fuera del país.
Moldiz calculó que se hizo una inversión de 350.000 dólares en la coca molida, pero que una vez transformada en cocaína su valor ascendería hasta los 90 millones de dólares, ya que se trata "de un negocio altamente capitalista" por la geopolítica de las drogas.
Con las 27 toneladas pueden producirse alrededor de 100 kilos de clorhidrato de cocaína, según el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres.
En el operativo, la Policía detuvo a dos bolivianos implicados en la exportación de la hoja de coca como si fuera yerba mate a través de un puerto de Chile, apuntó Cáceres.
La planta molida tiene como único uso convertirse en materia prima para la producción de la cocaína.
El consumo de hojas de coca es legal en Bolivia, de forma directa para su masticación por parte de diversos sectores sociales o como un insumo para varios tipos de productos derivados como licores, alimentos o infusiones para aminorar los efectos de la altitud.
Pero la planta, que contiene alcaloides, también es usada por los narcotraficantes para la producción de cocaína.
Tras una gestión del Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, la Organización de Naciones Unidas (ONU) avaló en 2013 el derecho de sectores sociales bolivianos de masticar la hoja de coca o "acullicar", pero mantuvo la prohibición de su exportación y la inscripción en la lista internacional de "sustancias controladas".
Según un reporte de la ONU sobre la hoja de coca en Bolivia difundido a mediados de 2014, en el país existen 23.000 hectáreas de plantaciones, de las que solo 12.000 tienen respaldo legal.
El año pasado, el viceministro Cáceres reconoció que un 47 % de la producción de coca no pasa por los mercados legales y su único destino es la producción de la cocaína.
EFE