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sábado, 2 de abril de 2016

Detrás de las cifras de Consultores 30-11: el contexto político y los errores de la oposición

Este viernes el director de la encuestadora Consultores 30-11, Germán Campos, ofreció detalles del último estudio realizado a través de un “muestreo por intersección” el cual concluye que, de ser las elecciones este domingo, el 57,8% votaría por Hugo Chávez. Pero más allá delas cifras, resaltó lo que hay detrás de los números analizando detalles importantes para entender este año electoral.
Durante una entrevista exclusiva ofrecida a Noticias24, Campos explicó los tres grandes resultados que había arrojado el estudio, más allá de la intención de voto. En este sentido, indicó que el método utilizado puede ser descrito como “una foto de baja resolución” en comparación a muestreo por hogares, pero esto, “no es algo nuevo”.
De hecho, este se ha utilizado en numerosos estudios y constituye un método más rápido y efectivo para recoger la información con una estimación de error del 3%.
“Es un diseño que te permite inferencia estadística válida”, aseguró antes de abordar otros resultados sin los que, este proceso electoral, podría entenderse en su totalidad.

El país, América Latina y el venezolano han cambiado

“Los venezolanos tienen una percepción del futuro positiva, tanto de país como personal”, aseveró Campos al explicar otro de los datos más interesantes obtenidos es el cambio en la visión de la sociedad desde los años 80.
En los 80 y 90 la percepción de país de los ciudadanos era casi contraria a la perspectiva personal. El país lo veían mal mientras su condición la veían muy bien y esa es una disociación muy peligrosa porque el bienestar se desarrolla dentro de la sociedad. Si esto pasa, como pasó, debe también llegar el momento en el que haya alguna fractura”, explicó.
Según dijo, este panorama lo calificó como “la Venezuela del sálvese quien pueda y como pueda”, algo que además no es sostenible en el tiempo. En este sentido, el propio venezolano ha experimentado un cambio producto de lo que Campos denomina como los 4 puntos de inflexión que desconfiguraron la matriz de la cultura política de la sociedad.
“Es lo que Moisés Naím lo llamó en un estudio ‘Venezuela una ilusión de armonía’; era la ilusión de ser un país relativamente igual y no conflictivo”, dijo.Y es que el modelo de democracia representativo de 1958 dejó una serie de códigos que mucho distan de los actuales: por ejemplo, antes, para los venezolanos democracia era igual a elecciones y el consenso era democrático, cuestión que se creó de los acuerdos que además ya habían dejado de lado a un sector de la izquierda en el país.
Sin embargo, después de varios eventos, la situación comenzó a cambiar: el viernes negro significó entonces la ruptura económica, haciendo entender a los ciudadanos que “no éramos tan ricos como pensábamos o nos hicieron pensar”; el 27 de febrero de 1989 significó una ruptura en materia social donde relucieron las desigualdades que además, se unió al 4 de febrero cuando hubo la ruptura del orden político militar, cambios que continuaron hasta la elección de Rafael Caldera que cambió el sistema bipartidista que se había mantenido hasta el momento.
Todo esto, sin duda, creó el contexto histórico propicio para que el actual Presidente tomará el poder en 1998 porque, tal y como explicó el también profesor de Ciencias Políticas, “esos hechos repolitizaron la sociedad venezolana” haciendo que hoy en día la exigencia y demanda de la población en materia política sea de mayor nivel.

La intención de voto: un 57,8% a favor de Chávez y un “sorprendente” 29,7% a favor de Capriles

Campos explicó que otro de los puntos que se midió fue la aceptación del socialismo que desde el año 2006, según sus datos, se ha ubicado entre el 46 y 48%, siendo esta última la cifra en la que se encuentra actualmente. Pero el punto clave, sobretodo a escasos meses para el 7 de octubre, fue la intención de voto, que favorece, nuevamente al presidente Chávez.
Según dijo, le llamó mucho la atención que la intención de voto de Capriles bajara después de las primarias, fecha para la que “el candidato opositor” –sin nombre ni apellido- tenía un 32%. Esta situación la explica de la siguiente manera: antes de las primarias cada uno de los encuestados colocaban la cara del precandidato de su preferencia, cuestión que cambió cuando Capriles resultó el vencedor, siendo entonces ahora un hombre concreto con una trayectoria política determinada.
“Los eventos que han ocurrido sobretodo la inscripción de la candidatura, lo que va terminando es de consolidar lo que uno puede llamar los bloques más duros”, mencionó. Ahora, la pregunta más inmediata sería, ¿es esa cifra irreversible? “Aritméticamente hablando, nada es irreversible”, explicó Campos quien además señaló que la campaña llevará un ritmo que irá variando las perspectivas o las dejará igual.
Estamos hablando de una situación con niveles de polarización importantes (…) los que simpatizan con Chávez no solo tienen que ver con él, sino con un modelo de país y los que lo adversan a su modelo, no están en la oposición por el nombre de Capriles; él en todo caso representa al sector que intenta presentar el programa”.
Es decir, hasta el 2006 lo que articulaba a la oposición era que Chávez tenía que salir y eso servía para un gran sector. De hecho, recordó que para ese año la oposición presentó un programa de Gobierno que desarrollarían incluso a pesar de los resultados electorales y “ese proyecto murió el 7 de diciembre”, para luego reconstruir nuevamente la oposición.Al respecto, no dudó en resaltar lo que para él es una de las debilidades de la oposición y que denota una clara inadvertencia del contexto histórico que nos ha traído hasta este momento: “Una de las debilidades de la oposición es que lo único que los unía era el punto de salir de Chávez”.
“Ahora hay un sector de oposición que no está de acuerdo con la visión del Presidente pero solo eso no es suficiente para apoyar al candidato opositor. El nivel de conciencia y debate, de crítica, hay un nivel de información y exigencia más alto, que debate en base a proyectos y modelos ideológicos, eso hace que ese discurso sea una fuerza cada vez menos articuladora”, dijo. Esto además coincide con las principales críticas lanzadas hacia Capriles Radonski a quien se le acusa de no tener un discurso sobre las políticas ni un proyecto concreto de país.
Por ejemplo, habló del programa del 23 de enero presentado por la Unidad y lo comparó con el programa de Capriles donde ve diferencias marcadas. Además, aseguró que, al menos desde su análisis, muchos de los partidos y líderes partidistas no observan un panorama favorable para el 7 de octubre y ahora su propósito ha trascendido a las presidenciales, para centrarse en las gobernaciones y alcaldías. Al menos así, evitarían que el oficialismo tomara de nuevo los puntos clave del mapa político.“En este momento el debate que está planteado para grandes sectores de oposición no es la confrontación con Chávez, sino quién hegemoniza la oposición”. Y es que dentro de la MUD el problema que se plantea es el del protagonismo partidistas con organizaciones de antaño que no mucho tienen que ver a la hora de hablar de proyectos concretos.
Creo que Capriles ha tenido una variación del discurso, empezó diciendo que era progresista, luego dio un viraje con el tema de la inclusión social y las misiones y no puedes construir una agenda que sea el espejo de la agenda del otro, pero desde otras perspectivas”, puntualizó.
A tan solo meses para las elecciones más significativas desde el punto de vista de la historia política, tomando en cuenta el cambio de la oposición y el posicionamiento del oficialismo, Germán Campos asegura que “Capriles ha intentado acercarse a esa agenda pero tiene una dificultad (…) más allá de eso, hay una trayectoria de su evaluación política y de los sectores que lo acompañan”. Una mezcla que sin duda se vuelve interesante para poder evaluar, en retrospectiva, los resultados del 7 de octubre.