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viernes, 1 de abril de 2016

ENTRETENIMIENTO

Arte con expresión de mujer

Las obras de Carla Baratta, nacen y se dirigen al mismo espacio: LA EMOCIÓN. Es una artista en ascenso que tiene un lenguaje determinante en su discurso pictórico en el que el protagonista es el color. Su profesionalismo y capacidad de riesgo son admirables.

Desde pequeña, supo apreciar la belleza del arte a través de la explosión de los colores, la exquisitez de los detalles, ese efluvio de armonía que solo perciben aquellos dotados de fina sensibilidad.
Asegura que pinta porque le apasiona y porque siente la necesidad de crear cosas con sus manos. Sin embargo agradece a Dios los dones y talentos que ha recibido y que puede emplear para hacer sonreír a otras personas: “Mi meta es seguir creando, evolucionando, aprendiendo. Considero que soy multifacética y quiero materializar todas las ideas que pasan en mi mente, pero sobretodo, quiero que mis creaciones se distingan por el mensaje positivo que deseo trasmitir a través de ellas”, agregó la artista.
El sello distintivo de las obras de la joven artista plástica, es su técnica de pintar al oleo con espátula: “Pintar con espátula permite tener una relación cercana entre el artista y la superficie de la pintura que es similar a pintar con el dedo. Pintar con cuchilla añade textura y da dimensión al lienzo. La técnica de pintar al oleo con espátula produce animación, resultados espontáneos y pueden agregar movimientos dramáticos de tu arte”, señala.
Su inclinación por las artes plásticas la comparte con la actuación. La venezolana de ascendencia italiana, quien actualmente reside en Los Ángeles, EE.UU. con tan solo 25 años de edad, se ha destacado en diversas facetas del mundo artístico.
Su talento le ha permitido obtener innumerables papeles en producciones como: “Bleep” (2014), en donde personificó a la protagonista Andreina; también fue invitada especial en un episodio para “Santo Robot” (Caracas, 2015); se convirtió en Miranda, la co-protagonista del unitario de Televen “Escándalos, Casos de Familia”; protagonizó a Sol, para demo de un proyecto dramático de Venevisión y a Agnes para el unitario “Prueba de Fe”, producido por VIP 2000 TV, junto a Televen.
“El cine venezolano ha crecido y ha permitido que nuevos talentos muestren sus propuestas lo cual ha generado un éxito. Yo soy participe de que el talento emergente y las ideas novedosas serán siempre el punto de apoyo fundamental para el crecimiento, no sólo del séptimo arte, sino de todas las ramas artísticas habidas y por haber", enfatiza la actriz, quien ha hecho teatro en San Cristóbal, su ciudad natal, además de estudios en el área en el New York Film Academy, Estados Unidos.
Simultáneamente a su trabajo como actriz, Carla Baratta ha participado en importantes campañas publicitarias en Venezuela. Además, ha prestado su imagen como modelo a reconocidos cantantes de la escena nacional e internacional, quienes han recurrido a su belleza para protagonizar sus videos, entre los que se cuentan: “Dame tu amor”, del cantante Ronald Borjas, Co-Protagónico “Chino y Nacho ft Daddy Yankee”, entre otros.
-¿Cómo te inicias en el exigente mundo del arte?
Al principio lo hacía solo por el gusto de hacerlo, como manera de expresarme y desahogarme… poco a poco las personas se fueron interesando por mi arte y se fue transformando de una pasión y mi escape a mi trabajo. Me ha costado tiempo poder verlo como un trabajo (aún me cuesta) y entender que puedo ponerle algún valor a algo invaluable para mí.
-¿De quién heredas tu pasión por el arte?
De mi abuela materna (Paola). Ella estudio moda en Italia, hacia vestidos de novia hermosos hechos a mano. Después de la guerra se vino a Venezuela y dejo ese sueño de ser una gran modista en Italia… esa pasión de querer crear con mis manos la herede de ella. Mi madre también ah tenido siempre una pasión por el teatro pero nunca pudo desarrollarse en ese ámbito, creo que por eso me apoya tanto, de alguna manera ve sus sueños cumpliéndose por medio de mi.
-¿En el arte quién ha sido tu ejemplo a seguir?
Más que un ejemplo han sido motivaciones. Hubo una época larga en la que deje de pintar. Un día estaba en Tampa y fui al museo de Dalí… ese día se reavivo toda esa pasión por el arte que había estado apagada, fue una conexión maravillosa y aunque suene extraño siento que ese día la vida me dijo “Vuelve a pintar”… así que tengo una admiración y gratitud especial hacia Salvador Dalí. NP