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lunes, 27 de diciembre de 2010

Estonia adopta la moneda europea pese a la crisis de la zona euro

Estonia, que emerge de manera ejemplar de una profunda recesión, adoptará en enero la moneda europea, pese a que la zona euro atraviesa la peor crisis desde su creación en 1999 debido a la enorme deuda soberana de muchos de sus miembros.
El país báltico, de 1,3 millones de habitantes, miembro desde 2004 de la Unión Europea (UE, de 27 miembros), se convertirá el 1º de enero en el décimo séptimo miembro de la zona euro; será asimismo el tercer país ex comunista, después de Eslovenia en 2007 y Eslovaquia en 2009, en adoptar la divisa europea.
Según los sondeos, cerca de la mitad de los estonios desean reemplazar con el euro a la corona, moneda nacional creada en 1992 para sustituir al rublo soviético, luego de cinco décadas de dominación de Moscú.
El gobierno de centroderecha estonio, que aplicaba una política económica rigurosa desde antes de la crisis mundial, considera que el cambio al euro es ventajoso y constituye una fase lógica para una pequeña economía abierta al mundo.
"El Fondo Monetario Internacional indica que el cambio al euro deberá acelerar el crecimiento entre un 0,15% y un 1% por año, a lo largo de las próximas dos décadas", dijo a la AFP el mimistro estonio de Economía, Juhan Parts.
"Nuestro comercio exterior se hace en un 80% al interior de la Unión Europea. El mercado común es ventajoso para todos nosotros, pues los empresarios estonios podrán vender sus productos más fácilmente, creando empleos", agregó.
Estonia, llamada el "tigre del Báltico" por su rápido paso de una economía centralizada a una de mercado y por su impresionante crecimiento, ya había intentado integrar la zona euro en 2007, pero su elevada inflación se lo impidió.
Su economía sufrió en 2009 una recesión de 14,1% -una de las mayores del mundo- a causa de la crisis global, pero se espera que su PIB (Producto Interno Bruto) crezca un 2,5% en 2010 y un 3,9% en 2011.
En 2009, el déficit financiero de Estonia equivalía al 1,7% de su PIB; según las proyecciones, disminuirá al 1,3% en 2010 y volverá a subir al 1,6% en 2011.
Con la integración de Estonia, la zona euro contará con 330 millones de habitantes. Según el organismo europeo de estadísticas Eruostat, el año pasado la zona euro tenía un PIB de unos 9 billones de euros (11,8 billones de dólares), inferior al de Estados Unidos, pero por encima del de China y Japón.
Pero hay quienes cuestionan la utilidad de adherir al euro, como Anti Poolamets, jefe de un pequeño movimiento político estonio.
"Durante los 48 años que (Estonia) pasó en la zona rublo, nuestro poder de decisión era prácticamente nulo y en la zona euro será igual", dijo Poolamets a la AFP.
"¿Cuánto tiempo podría durar un sistema en el cual prácticamente ningún miembro respeta los criterios de Maastricht ni las exigencias del pacto de estabilidad?", se pregunta.
Los países de la UE se comprometieron con el Pacto de Estabilidad y de Crecimiento de Maastricht a limitar su nivel de inflación, de sus déficits públicos y de sus deudas.
Sin embargo, las finanzas de muchos de estos países han derrapado a causa de la crisis financiera, creando la desconfianza de los mercados financieros hacia los países más frágiles, sobre todo del sur del continente. La UE y el FMI tuvieron que acudir al rescate de Grecia e Irlanda, en tanto que Portugal y España tratan de evitar ese recurso mediante planes de ajuste.
El primer ministro estonio, Andrus Ansip, insiste en cambio en que la adhesión a la zona euro "traerá estabilidad y el fin de la especulación incompetente, por no decir malintencionada, sobre la devaluación de la corona".
"Estonia tendrá una moneda reconocida internacionalmente. Ya no tendremos que justificar su valor", explicó Andrews Soosaar, un hombre de negocios de 54 años.
Pero Liivi Kutt, ex profesor de 70 años, no comparte su opinión: "He notado que los precios han subido y creo que aumentarán aún más cuando llegue el euro. No entiendo la necesidad de este cambio".

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