El promotor de "This Is It", los conciertos con los que tenía previsto reaparecer Michael Jackson en 2009, será el primer testigo que declare hoy en la segunda jornada del juicio por la muerte del "rey del pop" que se celebra en Los Ángeles.
Paul Gongaware comenzó su testimonio a última hora de la tarde del martes antes de que el juez Michael Pastor decidiera poner fin a la sesión, que se reanudará a partir de las 8.45 hora local del miércoles (15.45 GMT) en la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
El médico Conrad Murray, de 58 años, es el único acusado por el fallecimiento del cantante debido a una intoxicación aguda de medicamentos el 25 de junio de 2009, en concreto un anestésico llamado propofol, y se enfrenta a un cargo de homicidio involuntario que podría llevarle a pasar hasta 4 años en prisión.
Durante la sesión inicial de ayer, la fiscalía mostró una imagen de Jackson moribundo en una camilla de hospital y una grabación tomada en mayo de 2009 en la que se escuchaba la voz del artista supuestamente bajo los efectos de alguna sustancia, que algunos analistas en EE.UU. han especulado con que se trata de demerol.
La acusación describió al doctor como un profesional avaricioso y negligente cuyos "actos y omisiones" acabaron con la vida del "rey del pop", mientras que la defensa argumentó que fue el propio Jackson quien se administró "una tormenta perfecta" de medicamentos que causó su muerte.
Chernoff indicó que Murray estaba tratando de retirar esa medicación al artista cuando falleció, si bien el médico reconoció que administró una pequeña dosis de propofol a Jackson, no letal, el día que murió después de que el creador de "Thriller" se lo rogara.
En sus primeras declaraciones, Gongaware, testigo de la acusación, señaló que fue Jackson quien pidió explícitamente que Murray fuera su médico durante sus conciertos "This Is It" en Londres y que el doctor pidió en un primer momento 5 millones de dólares anuales por sus servicios.
Paul Gongaware comenzó su testimonio a última hora de la tarde del martes antes de que el juez Michael Pastor decidiera poner fin a la sesión, que se reanudará a partir de las 8.45 hora local del miércoles (15.45 GMT) en la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
El médico Conrad Murray, de 58 años, es el único acusado por el fallecimiento del cantante debido a una intoxicación aguda de medicamentos el 25 de junio de 2009, en concreto un anestésico llamado propofol, y se enfrenta a un cargo de homicidio involuntario que podría llevarle a pasar hasta 4 años en prisión.
Durante la sesión inicial de ayer, la fiscalía mostró una imagen de Jackson moribundo en una camilla de hospital y una grabación tomada en mayo de 2009 en la que se escuchaba la voz del artista supuestamente bajo los efectos de alguna sustancia, que algunos analistas en EE.UU. han especulado con que se trata de demerol.
La acusación describió al doctor como un profesional avaricioso y negligente cuyos "actos y omisiones" acabaron con la vida del "rey del pop", mientras que la defensa argumentó que fue el propio Jackson quien se administró "una tormenta perfecta" de medicamentos que causó su muerte.
Chernoff indicó que Murray estaba tratando de retirar esa medicación al artista cuando falleció, si bien el médico reconoció que administró una pequeña dosis de propofol a Jackson, no letal, el día que murió después de que el creador de "Thriller" se lo rogara.
En sus primeras declaraciones, Gongaware, testigo de la acusación, señaló que fue Jackson quien pidió explícitamente que Murray fuera su médico durante sus conciertos "This Is It" en Londres y que el doctor pidió en un primer momento 5 millones de dólares anuales por sus servicios.
-EFE-