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domingo, 4 de marzo de 2012

Uribe: la oposición “va por el camino correcto” de sumarle a sus votos la base del chavismo


Álvaro Uribe dejó la presidencia de Colombia en 2010 con un índice de popularidad mayor al 60%. Sus seguidores trataron de convencerlo de que llamara a un referendo para reformar la Constitución y tras este ir por una re-reelección, pero no quiso. No quería repetir la estrategia que tanto le criticó a su enemigo político: el venezolano Hugo Chávez.
Siga leyendo la entrevista completa publicada en El País:
Decidió abandonar el poder. Y se fue en la gloria. Dejó unas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) debilitadas -cumpliendo con la que había sido su principal promesa de campaña hacía ocho años- y a su delfín político, el otrora ministro de Defensa Juan Manuel Santos, cuidándole el sillón presidencial. Este ganó con más del 68% de los votos, más que el 62% que él había logrado cuatro años atrás. De todos modos, con esto creyó que se garantizaba la continuidad política (y su posible regreso cuatro años después), pero las cosas no sucedieron como imaginó. Hubo un giro en varios temas centrales de la gestión, el más notorio es la relación con Venezuela, que mejoró de manera sustancial.
Uribe evita hablar sobre quien ahora ocupa el que fue su puesto, pero a veces no puede evitarlo. Ya sea en la red social Twitter, que utiliza con asiduidad, o en las pocas declaraciones que ha hecho tras dejar la presidencia, le cuesta disimular su molestia. “Respeto al presidente, pero tengo lealtad con las ideas que he comprometido ante los colombianos”, se justifica en la entrevista que concedió, vía e-mail, a El País.
-Usted dejó el poder con una muy alta popularidad. Incluso, si lo hubiera querido, podría haber logrado una re-reelección. ¿Qué es lo que más lo enorgullece de sus dos períodos de gobierno?
-Nada enorgullece, queda la tranquilidad de conciencia de haber trabajado con amor en una Patria de enormes dificultades y de haber creado una idea de confianza de los colombianos en el porvenir de la Nación con una noción de Puro Centro Democrático definido por el triángulo que de manera inseparable conforman la Seguridad Democrática, La Inversión con Responsabilidad Social y la Cohesión Social.
-¿Qué extraña de la Presidencia?
-El diálogo intenso con la ciudadanía. Realizamos 306 consejos comunitarios los sábados, número parecido de consejos de seguridad y gran cantidad de reuniones ciudadanas por diferentes temas. Eso hizo que el Gobierno fuera menos promesero, más comprometido, con menor inclinación a exagerar sus logros y más atento a las quejas comunitarias que poco llegan a gobierno que se aíslan. La ciudadanía tuvo mejor información, y se hizo el tránsito de un país que reclamaba con rabia a un país que reclamaba con confianza.
-En lucha constante.-¿Cómo es su vida ahora que ha dejado el poder?
-¿Cómo cree que Colombia está llevando adelante el conflicto contra la guerrilla de las Farc?
-Aquí no hay conflicto con guerrilla, hay desafío terrorista a la democracia.Los violentos en Colombia no combaten una dictadura, atentan contra una democracia, el narcotráfico ha cooptado lo que pudo ser su cartilla ideológica y cometen toda clase de atrocidades.
-¿Cómo le parece que está llevando adelante la gestión presidencial Juan Manuel Santos?
-El presidente Santos fue elegido para proyectar en el tiempo la plataforma de la Seguridad Democrática, la Confianza Inversionista y la Cohesión Social.
-¿Ha dado recomendaciones en este tiempo al actual mandatario?
-El presidente Santos fue tres años Ministro y pudo conocer ampliamente esa plataforma.
-¿Cómo son sus relaciones actuales con Santos?
-Respeto al presidente, pero tengo lealtad con las ideas que he comprometido ante los colombianos.
-¿Cree que ha llevado adelante una continuidad de su gobierno, como él prometió durante su campaña presidencial?
-Por eso lo votaron la gran mayoría de los electores.
Un cambio inesperado. Una vez en el poder, Santos dio vuelta de hoja a las tensiones con el gobierno venezolano, que fueron una marca distintiva de la administración de Uribe. El refugio que recibieron miembros de las Farc en Venezuela y los discursos del presidente Hugo Chávez prestándole su respaldo al entonces líder guerrillero, Manuel Murulanda, alias “Tirofijo”, molestaron al exmandatario.
Uribe había ido hasta el límite en sus últimos días de gestión en lo que respectaba a la relación con Caracas. Se llegó a afectar el comercio entre ambos países, algo que perjudicaba a los dos, y a romper las relaciones diplomáticas.
Santos hizo borrón y cuenta nueva. Cambió las reglas. Tras el triunfo viajó a Venezuela, se fundió en un abrazo con el presidente bolivariano y ahora ambos se definen como “amigos”. Chávez agradeció el gesto, le dio la espalda a las Farc y no tuvo empacho de entregarle al nuevo líder colombiano guerrilleros atrapados, por su Ejército, en territorio venezolano.
-¿Qué opina del acercamiento que han tenido los gobiernos de Colombia y Venezuela luego de su mandato?Uribe no perdonó. “Necesitaron anteponer las necesidades de nuestros pueblos”, se quejó apenas tres días después de dejarle la banda presidencial a su delfín político. No lo dice, pero no puede disimular la decepción.
-Nuestro Gobierno hizo todos los vanos esfuerzos para que los terroristas no se protegieran en Venezuela, defendimos el derecho de los colombianos de vivir sin terrorismo e hicimos valer el principio de que primero son los valores democráticos que las ganancias del comercio.
-¿Qué opina del intento de re-reelección del presidente Hugo Chávez? ¿Cree que la oposición puede lograr un triunfo?
-La oposición venezolana ha elegido un candidato único, una plataforma única, propone una Venezuela unida alrededor del ideal democrático.Propone mantener y mejorar las nuevas políticas sociales, además, hacer que sean sostenibles con la promoción de la inversión privada. La oposición venezolana va por el camino correcto de sumarle a sus votos mucha base electoral del chavismo.
Prácticas en tela de juicio. Hoy el exmandatario sigue los pasos de varios líderes retirados: se dedica a dar conferencias. Viaja por todo el mundo -estuvo en Punta del Este en el mes de enero- contando, entre otras cosas, como logró llevar a la ruina a las Farc. La Universidad de Georgetown en los Estados Unidos, lo nombró “Profesor Distinguido en la Práctica sobre Liderazgo Global”. Sin embargo, sus métodos para acabar con la guerrilla fueron puestos en tela de juicio.
Una vez fuera el poder, el gobierno de Uribe se vio salpicado por varios escándalos referentes a su gestión. Algunos de ellos fueron por supuestos delitos de corrupción; otros, por faltas mucho más graves. Este ingrediente también ayudó al distanciamiento entre Uribe y Santos.
Por un lado Uribe se debió enfrentar a denuncias de escuchas ilegales, supuestamente realizadas por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). De estas se habrían visto afectados periodistas, magistrados, políticos opositores y activistas, según denunció la prensa local. Luego, cuando WikiLeaks, el sitio de filtraciones del suizo Julian Assange, dio a conocer los más de 250.000 cables del Departamento de Estado en 2010, documentos mostraron que parte del material que habría sido recabado por el DAS era compartido con el gobierno del expresidente norteamericano George W. Bush. También se indicó que paramilitares recibían los datos recabados por el DAS.
Uribe, además, se vio involucrado en el llamado “escándalo de los falsos positivos”. Tanto el exmandatario como el que era su ministro de Defensa, Santos, evaluaban sus triunfos ante las FARC de manera cuantitativa; o sea, por número de guerrilleros muertos. Esto se hacía en el marco de la “Política de Seguridad Democrática”, impulsada por el gobierno para acabar con las Farc. Esta situación llevó a que algunos militares asesinaran a inocentes y los hicieran pasar por miembros de la guerrilla, para obtener prestigio y recompensas.El exmandatario ha tenido que prestar declaraciones en la Justicia por este caso y negó estar involucrado. El 31 de octubre de 2011 el presidente Santos cerró por decreto este centro de inteligencia estatal.
-El año pasado usted se vio salpicado por el escándalo de las escuchas telefónicas supuestamente realizadas por el DAS durante su gobierno. La oposición apuntó a usted como el culpable de estas. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Mi larga vida política ha sido de lucha contra las corrientes imperantes, la última lucha contra la violencia que se sentía triunfadora. Conozco bien que algunos derrotados en la lucha de las ideas saben apelar a la infamia.
-Usted llevó adelante durante su gobierno la “Política de Seguridad Democrática” que, al parecer, ha debilitado mucho a la guerrilla. Pero al mismo tiempo ha sido blanco de críticas. ¿Cómo defendería esta iniciativa? ¿Cuáles fueron los logros?
-Nuestra seguridad, con libertades, con respeto a todos los valores democráticos, mejoró sustancialmente a Colombia, dio garantías por igual a amigos y enemigos de la tesis.
-Esta “Política de Seguridad Democrática”, en algún punto, derivó en el asesinato de civiles inocentes en el marco del llamado escándalo de los “falsos positivos”. ¿Qué opina de esto?
-De tiempo atrás el terrorismo narcotraficante penetró instituciones y fraguó asesinatos para buscar impunidad. Para nosotros una política de seguridad democrática tiene que ser eficaz y transparente, por eso se estimuló el principio democrático de denuncia pública de hechos que en el pasado permanecían en silencio. Procuramos sancionar toda violación a la ley y nuestras fuerzas armadas quedaron más fuertes y más dispuestas al cabal cumplimiento de los derechos humanos.
-La democracia tiene la obligación de desarticular el terrorismo, lo cual implica combatirlo con autoridad, promover la reintegración sin amnistías ni indultos a delitos atroces y evitar nuevos reclutamientos con el avance de las políticas sociales.-Todo indica que las Farc están debilitadas. ¿Qué opina usted de esto? ¿Cree que la guerrilla podrá ser vencida en poco tiempo?
La incógnita. Qué pasará en 2014 es la gran incógnita. Para muchos de los que lo votaron en el año 2010, la llegada de Santos al poder en Colombia era como la de Dmitri Medvedev a la presidencia de Rusia -el líder del Kremlin solo se encargó de cuidarle el puesto a su primer ministro y exmandatario, Vladimir Putin, con grandes posibilidades de volver en las elecciones de hoy al sillón presidencial de su país-. Pero las cosas no se dieron como era imaginable.Uribe y Santos ahora están distanciados. El ahora mandatario también goza de un alto porcentaje de popularidad. Con este panorama, es difícil predecir quién será el próximo candidato del oficialismo.
Uribe, que según un sondeo reciente goza de más de un 70% de imagen positiva entre los colombianos, trata de evadir el tema ante la prensa. De todos modos, cuando se lo consulta hay solo una posibilidad que no maneja: la de la posible reelección de Santos. El fundador del oficialista Partido Social de Unidad Nacional (que se define como de derecha, conservador, neoliberal y uribista), se limita a comentar: “Encontraremos muy buenos candidatos”.
-¿Intentaría volver a ser Presidente?
-Intentaré trabajar por mi Patria hasta el último día de la existencia. Mi alma es más combativa que ambiciosa. Encontraremos muy buenos candidatos para defender estas ideas.
-¿Cuándo piensa volver al ruedo político?
-No recuerdo haber salido del ruedo político. Ante una pregunta, mi esposa contestó que yo nunca empezaba la campaña porque nunca había dejado de hacerla.
-Si volviera a gobernar Colombia, ¿cuál sería su primera medida en el poder?
-Aspiro ver a Colombia gobernada con la seguridad y la inversión como medios y la cohesión social como fin.

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