EFE).- El escándalo en torno a escarceos sexuales con prostitutas colombianas en vísperas de la Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, que ha costado ya el empleo a seis miembros del Servicio Secreto de EE.UU., podría causar aún más despidos, según destacados legisladores.
En declaraciones al programa “Meet the Press”, el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el republicano Peter King, indicó hoy que en los próximos días “varios otros” integrantes del Servicio Secreto abandonarán el cuerpo.
Por su parte, el también republicano Darrell Issa, presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental en la Cámara, reveló que otro integrante del cuerpo responsable de la seguridad presidencial recibirá una sanción administrativa.
Esa persona, indicó el legislador, decidió retirarse de la juerga en la que participaba con otros compañeros cuando descubrió que la mujer con la que estaba era una prostituta.
“Un individuo… claramente tomó la decisión de que no iba a participar una vez supo que la mujer era una prostituta. Esta persona será sancionada por su mal juicio que le llevó a seguir un camino de bebida y de llevar a una mujer a su habitación de hotel”, explicó Issa.
Pero los dos congresistas expresaron su confianza en el director del Servicio Secreto, Mark Sullivan, que el pasado viernes se reunió con el presidente Barack Obama para explicarle el estado de la investigación sobre el suceso.
En una comparecencia paralela en el programa “State of the Union”, de la cadena CNN, el asesor de campaña de Obama, David Axelrod, indicó que “siempre va a haber casos de mala conducta en cualquier organización de grandes dimensiones”.
“La pregunta es, cuando la gente se porta mal, cómo se responde, qué se aprende de ello, cómo se evita que esos incidentes vuelvan a producirse”, indicó Axelrod.
En el escándalo se encuentran implicados once agentes del Servicio Secreto, acusados de comportamiento inapropiado tras haber llevado, supuestamente, a prostitutas a sus habitaciones del hotel que ocupaban en Cartagena de Indias en los días previos a la cumbre, en una zona de seguridad.
Además, once militares de EE.UU. también están siendo investigados por conducta impropia en relación con el escándalo.
El caso, del que se han ido conociendo detalles poco a poco, salió a la luz a raíz de la disputa que supuestamente tuvieron uno de los agentes del Servicio Secreto y una prostituta acerca del pago.
Según han publicado medios estadounidenses, al parecer el agente acordó pagar 800 dólares a la mujer por una noche de sexo y a la mañana siguiente sólo le ofreció treinta dólares.