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domingo, 21 de septiembre de 2014

Llegan a 90.000 los refugiados kurdo-sirios que huyen del EI a Turquía

El número de refugiados kurdos del norte de Siria que han llegado a Turquía desde el viernes se acerca ya a los 90.000, confirmaron fuentes del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El flujo de familias cargadas con sus pertenencias, que llega desde los alrededores de Kobani (Ain al Arab) a la provincia turca de Sanliurfa, ha disminuido desde el sábado, pero continúa aún, dijo en conversación telefónica una portavoz del ACNUR en Turquía, Selin Ünal.
Si entre el viernes al mediodía, momento en que se abrió la frontera, y la noche del sábado se registraron 70.000 refugiados, actualmente el total se acerca a los 90.000, señaló.
Algunos de los ocho puntos de paso abiertos inicialmente en la verja fronteriza fueron cerrados por haberse terminado la llegada de refugiados, pero dos continúan abiertos, añadió la portavoz.
La mañana del domingo, la verja se cerró momentáneamente, al registrarse choques en el lado turco entre fuerzas de seguridad y numerosos lugareños que pretendían pasar de Turquía a Siria.
Unos mil jóvenes, en su mayoría presumiblemente ciudadanos turcos de etnia kurda, intentaban cruzar la frontera por el lugar donde llegan los refugiados, con la finalidad de acudir a Kobani y apoyar a las milicias kurdas en sus combates contra los yihadistas, informa el diario "Hürriyet".
La policía no les franqueó el paso y la tensión desembocó en un enfrentamiento con piedras y petardos, por parte de los jóvenes, y gas lacrimógeno y balas de plástico, por el de la policía.
El enfrentamiento hizo crecer la muchedumbre hasta seis mil personas y se saldó con ocho heridos y una retirada temporal de los manifestantes, tras disparar la policía al aire, si bien la tensión sigue siendo alta.
Hubo choques breves ya desde el mismo viernes, cuando los lugareños se enfrentaban a la policía para exigir que se abriese la verja a los sirios kurdos, a quienes consideraban sus "familiares", acampados al otro lado.
Los kurdos en el sur de Turquía y el norte de Siria han mantenido siempre una estrecha relación a través de una frontera que solía ser porosa, pero que ahora ha sido reforzada e impermeabilizada por las autoridades turcas, un gesto que los kurdos consideran hostil porque aísla a sus comunidades en Siria.
EFE