La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos lamentó este miércoles la aplicación de la pena de muerte a ocho reos en Indonesia, siete de ellos extranjeros, condenados por crímenes relacionados con el narcotráfico.
Un comunicado del portavoz del Alto Comisionado afirmó que Indonesia pide clemencia cuando sus nacionales enfrentan la pena capital en otros países, por lo que consideró incomprensible su negativa a ofrecerla en casos de delitos menores en su propio territorio.
"Es muy lamentable y extremadamente triste que se haya privado a estas personas de sus vidas", dijo el portavoz, quien recordó que la Ley Internacional establece que la pena capital sólo debe imponerse a personas que hayan cometido los delitos más graves, esencialmente aquellos en los que ha habido intención de matar.
Añadió que el Alto Comisionado, el Secretario General y otros altos dirigentes de Naciones Unidas urgieron varias veces a Indonesia a no proceder con las ejecuciones e instó una vez más a ese país a restablecer la moratoria de la pena capital.