(Pekín – EFE).- La reciente muerte de un niño de tres años en un centro alternativo de tratamiento del autismo en el sur de China ha causado un gran escándalo en el país, al conocerse las duras condiciones a las que son sometidos los menores allí internados, informó hoy la revista shanghainesa Sixth Tone.
El niño, Lai Rijia, falleció a finales de abril en la ciudad de Cantón (sur), poco antes de cumplir los cuatro años, mientras cumplía un tratamiento de presunta cura de su autismo que incluía, entre otras cosas, caminar 20 kilómetros diarios y seguir una estricta dieta de alimentos no procesados.
Tras la muerte de Lai, cuyas circunstancias aún no han sido esclarecidas ya que todavía no se le ha practicado una autopsia, los padres del niño consideraron responsable a la clínica, llamada “El Camino del Cielo” y las autoridades han iniciado una investigación contra ella.
El fundador del controvertido centro, un médico autodidacta llamado Xia Dejun, es autor de un libro en el que considera el autismo una consecuencia del excesivo mimo de los padres chinos a niños en familias acomodadas, y propone contrarrestarlo con jornadas de duros ejercicios físicos y alimentación austera.
Los niños de la clínica de Xia, quien ha negado que la muerte de Lai tenga relación con sus tratamientos, no sólo tienen que andar grandes distancias a diario, sino que son abrigados en exceso o se les recluye en una suerte de incubadoras para que suden más, otra manera, de acuerdo con el médico, en la que pueden curarse.
Según Sixth Tone el suceso muestra el relativo desconocimiento de la sociedad china hacia enfermedades mentales como el autismo, así como la escasez de centros públicos para tratarlo, lo que lleva a muchos padres a medidas desesperadas como este tipo de centros “alternativos”.
Los padres de Lai, por ejemplo, son de Dandong (noreste del país), ciudad situada a cientos de kilómetros de la institución donde llevaron a su hijo, pero según ellos tuvieron que hacerlo porque era la única en la que encontraron plazas libres.
El polémico centro médico cobra unos 4.600 dólares (4.200 euros) por tres meses de tratamiento (Lai llevaba unos 60 días internado y se preveía que pasara allí casi dos años).
En años anteriores, clínicas alternativas en China para eliminar la obesidad infantil o curar a menores de presuntas adicciones a internet o a videojuegos también protagonizaron polémicas por fallecimientos de internos o denuncias de malos tratos.
También debe tenerse en cuenta que en un país como China, donde la mayoría de los ciudadanos no tiene acceso a atención médica gratuita, han florecido clínicas de dudosa fiabilidad que esta semana están también en el ojo del huracán por otro escándalo similar relacionado con la muerte de un joven enfermo de cáncer.
El fallecido, un estudiante de 21 años llamado Wei Zexi, murió tras recibir un tratamiento alternativo en una clínica que encontró en internet, lo que ha motivado el inicio de investigaciones no sólo contra el centro médico sino también contra el buscador Baidu (un equivalente chino a Google) por publicitar ese hospital.