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lunes, 21 de enero de 2013

Merkel reconoce una derrota "dolorosa" en comicios regionales de Alemania

Merkel reconoce una derrota La victoria de la izquierda el domingo en las elecciones regionales de Baja Sajonia (norte) es una advertencia para la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, que busca un tercer mandato en las legislativas de septiembre y que este lunes reconoció una "derrota dolorosa". 

"Pueden seguramente imaginarse cuáles son nuestros sentimientos frente a tal cambio", declaró Merkel en una conferencia de prensa en Berlín. 

"Una derrota, además en estas condiciones, es aún más dolorosa", dijo. 

El domingo, tras una jornada electoral cargada de suspenso, el Partido Socialdemócrata alemán (SPD), aliado de los Verdes, dejó fuera del poder a la coalición conservadora de Merkel (la Unión Demócrata-Cristiana, CDU) y los liberales del Partido Democrático Liberal (FDP), la misma alianza que gobierna a nivel federal, con una ventaja de sólo una banca. 

"Estamos tristes de que ello no haya funcionado. El gobierno regional saliente falló por poco en la posibilidad de continuar su tarea, es una derrota indiscutible". 

"Estas elecciones movieron un poco las cosas y las pérdidas (de votos) de la CDU son significativas", estimó Niels Diederich, un politólogo de la Universidad Libre de Berlín. 

"No puede ser peor para la CDU/CSU", indicó por su parte el semanario Der Spiegel, que tituló su editorial "La pesadilla de Merkel". 

Desde que comenzó su segundo mandato, en 2009, el partido de la canciller perdió lugares en casi todos los comicios regionales y registró varias derrotas importantes, en particular en los grandes estados regionales del oeste, como Renania del Norte-Westfalia o Baden-Wurtemberg, un histórico bastión conservador. 

El domingo la CDU perdió más de 6 puntos con respecto a los comicios anteriores, a pesar de que esa pérdida se explica en gran parte por el respaldo de los electores conservadores al FDP, que los sondeos daban como moribundo, y que le ayudaron contra todo pronóstico a superar el 5% de votos necesarios para mantenerse en la cámara. 

Los liberales obtuvieron un récord histórico (9,9%), pero impidieron la victoria de la CDU, estimó la prensa. 

"Salvamos a un general, pero perdimos la batalla", resumió el periódico conservador Die Welt, que evalúa en 12.000 el número de votos que le faltaron a la CDU para imponerse. Unos 101.000 electores de la CDU votaron por el FDP, según las estimaciones. 

El casi 10% del FDP es un éxito, pero no un progreso desde el punto de vista de la situación nacional. Al partido se le otorga entre el 3% y el 4% de las intenciones de voto, según las encuestas de los últimos meses, lo que compromete el objetivo de Merkel de continuar gobernando en coalición. 

Por su parte, el vicecanciller y ministro de Economía federal, Philip Rösler, ofreció su dimisión como jefe del partido liberal este lunes para favorecer la llegada de una nueva dirección en el partido. 

A pesar de la fuerte popularidad personal de Merkel, que permite a la CDU mantenerse por encima del 40% en intención de voto a nivel nacional, la canciller tiene que estar alerta, advierte Diederich. 

"Vimos bien con David McAllister [el ministro-presidente saliente de Baja-Sajonia derrotado el domingo], que también era muy apreciado, que la popularidad no se tradujo en votos", añadió este investigador. 

Además, "el impacto del compromiso de Merkel a favor de McAllister durante la campaña electoral fue limitado", a pesar de varios mítines juntos, subrayó. 

El éxito en Baja Sajonia, el estado federal del último canciller socialdemócrata, Gerhard Schröder, debería redinamizar la campaña del SPD y del rival de Angela Merkel, Peer Steinbrück. 

Steinbrück está por detrás en los sondeos después de un comienzo de campaña desastroso, marcado por la polémica sobre sus conferencias muy bien pagadas y sus declaraciones erráticas.

AFP