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domingo, 24 de febrero de 2013

Entre halagos y críticas, Raúl Castro cumple cinco años en el poder de la revolución cubana

El líder de la revolución cubana Raúl Castro cumple este domingo 5 años en el poder. Ante tal festividad, los ciudadanos de la isla caribeña podrán recibir no sólo más leche sino además mantequilla, queso y otros productos.
Por otra parte, otros reflejan las contrastantes evaluaciones de las reformas económicas que Castro puso en práctica para sacar a la isla del atolladero al que la había llevado el comunismo.
Sin embargo, ante la comparación de la gestión de su hermano, muchos afirman que la Cuba de ahora no es la misma Cuba de Fidel. “No se puede decir que la Cuba de Raúl es la misma que la de Fidel. Nada más que hay que estar en la calle para verlo”, indicó Oscar Espinosa Chepe, economista disidente quien reside en La Habana.
Lea a continuación el texto completo publicado por el diario El Nuevo Herald:
Cuando el gobernante cubano Raúl Castro cumple este domingo oficialmente su quinto año en el poder, algunos cubanos pueden estarse preguntando “¿Dónde está la leche?”
En su primer discurso importante luego de suceder a su hermano Fidel, Castro declaró que el altamente centralizado e inepto sistema de gobierno para recoger y distribuir la leche era “absurdo” y se comprometió a arreglarlo.
Hoy, algunos lugares reciben no sólo más leche, sino además mantequilla y queso, mientras que otros están peor, reflejando las contrastantes evaluaciones de las reformas económicas que Castro puso en práctica para sacar a la isla del atolladero al que la había llevado el comunismo.
Algunos cubanos afirman que las recientes autorizaciones de más actividades económicas privadas ya han hecho la vida cotidiana más fácil a la mayoría de los 11.2 millones de habitantes de la isla, con más vendedores que ofrecen más artículos y más compradores que encuentran más de los artículos que necesitan.
“No se puede decir que la Cuba de Raúl es la misma que la de Fidel. Nada más que hay que estar en la calle para verlo”, indicó Oscar Espinosa Chepe, economista disidente quien reside en La Habana.“Mira, yo veo mucha gente sonriendo porque hay más maneras de ganarse la vida y yo tengo más carne de puerco para vender”, afirmó Mori, el apodo de un vendedor en un quiosco de carne de La Habana. “Y la gente sigue comprando, aunque los precios están muy altos”.
“Me sorprende lo rápido que Raúl se ha movido, en comparación con el medio siglo anterior”, agregó Archibald Ritter, economista de la Universidad de Carleton en Ottawa, que lleva el blog The Cuban Economy.
Las principales reformas de Castro son“positivas y bien orientadas”, y se han acelerado en los últimos seis meses, pero siguen siendo “insuficientes para resolver los problemas socioeconómicos acumulados en 50 años de socialismo centralizado”, declaró Carmelo Mesa-Lago, el decano de los economistas de Cuba y autor del nuevo libro Cuba en la Era de Raúl Castro.Pero Chepe, Ritter y otros conocedores de Cuba dicen que las reformas han sido demasiado lentas y débiles para revertir casi medio siglo de controles gubernamentales de una incompetencia brutal sobre prácticamente toda la economía, a la manera de la Unión Soviética.

Las Reformas

La lista de reformas llevadas a cabo desde que Castro sucedió oficialmente a Fidel el 24 de febrero del 2008 es larga e impresionante, y señala una estrategia de permitir más capitalismo —pero no democracia— que se asemeja al modelo chino, aunque La Habana insiste en que sigue su propio camino.
Castro ha legalizado las cooperativas no agrícolas, ha permitido más negocios y granjas privadas, les ha ofrecido préstamos y permitido contratar a empleados fuera de sus propias familias. Ha recortado las infladas nóminas estatales, legalizado la venta de viviendas y autos, y permitido a los cubanos la estancia en hoteles previamente reservados para turistas.
Lo más importante, según los cubanos, fue que la eliminación el mes pasado del detestado “permiso de salida” para los que quieren viajar al extranjero ha suavizado el sentido de aislamiento y atrincheramiento que prevaleció durante la búsqueda de Fidel Castro de su utopía socialista.
Por Juan O. Tamayo / El Nuevo Herald