Lo Último

.

.

domingo, 24 de febrero de 2013

“Maduro y Giordani tendrán que rendir cuentas a los venezolanos que confiaron en sus embustes”


El líder opositor y gobernador del estado Miranda Henrique Capriles Radonski, lamentó en su columna de este domingo que las víctimas de “una cadena engaños que ha caracterizado estas semanas, sean esos los venezolanos que votaron por la reelección del presidente Chávez”
.


Capriles criticó al Gobierno Nacional por creer que hacer política, “es conservar el poder a como dé lugar, solo por ambición”, agregando que esto es lo que ha caracterizado al partido rojo, que a cuenta de eso, “han ido acumulando una mentira tras otra para chantajear y encandilar a sus seguidores”.
Asimismo, puntualizó la serie de “engaños” a la que fueron sometidos los simpatizantes al Gobierno de Hugo Chávez, a quienes les prometieron un proyecto político en el que no habría devaluación, que el hampa dejaría de matar venezolanos en las calles, que nuestra economía era fuerte o que el presidente estaba sano.
Lea a continuación la columna completa:
Como líder y gobernador de un estado, lamento enormemente que las víctimas de una cadena de engaños que ha caracterizado estas semanas en las que el país ha sido encargado al vicepresidente sean, precisamente, esos venezolanos a los que votaron por la reelección del Presidente Chávez.
Una de las más grandes faltas de respeto del gobierno central ha sido creer que hacer política se trata de conservar el poder a como dé lugar, solo por la ambición. Es lo que ha caracterizado al partido de gobierno y, a cuenta de eso, han ido acumulando una mentira tras otra para chantajear y encandilar a sus seguidores.
Fueron engañados quienes votaron esperanzados en un proyecto político que les prometió, una vez más, que no habría devaluación, que el hampa dejaría de matar venezolanos en las calles, que nuestra economía era fuerte o que el presidente estaba sano.
Pero la mentira tiene las patas cortas, como dicen las abuelas.No hablo de quienes tienen los grandes negocios con el gobierno, porque esos son quienes se benefician con ese Paquetazo Rojo que desde ya pesa en la conciencia y en la carrera política del vicepresidente Maduro. Creo que tanto él como el ministro Giordani tendrán que rendir cuentas a muchos venezolanos que confiaron en esos embustes que han ido poniendo uno detrás de otro para mantener esta farsa política, este rotundo fracaso, esta mentira.
¿Por qué no se dedican a encontrar soluciones y dejan de preocuparse por el eterno asunto de buscar a quién echarle la culpa?Porque no saben cómo hacerlo, porque no pudieron, porque fracasaron dedicándose al espejismo de la polarización política y olvidaron que gobernar es mucho más que recitar frases ajenas y hablar por televisión.
Hoy los venezolanos tenemos la vergüenza económica de ser el único país de la región que ha devaluado su moneda. ¿De qué le sirve a este gobierno llenarse la boca diciendo que, supuestamente, lideran una revolución continental, cuando los otros países aumentan su producción y sus ganancias —muchas veces a expensas de la riqueza de los venezolanos— y nosotros amanecemos, por el capricho del Ejecutivo Nacional, mucho más pobres?

Solamente la teme el que la debe. Y quienes están encargados del gobierno en este momento le deben mucho a los venezolanos. Se les olvidó que las decisiones que toman inciden en la vida de todos, incluso en la de su militancia. Esos errores históricos afectan la vida de quienes menos tienen y esos venezolanos no se comen el cuento de “los dólares del Pueblo” ni de llamar “ajuste” a esa catástrofe que se parece demasiado a lo que tanto critican.Se llenan la boca autoproclamándose líderes mundiales. Se llenan la boca diciendo que tenemos las mayores reservas de petróleo del Mundo. Se llenan la boca hablando de justicia social. Y al final, terminan como siempre:tramando todo en la sombra, en lo oscuro, lejos de los ojos del Pueblo.
Hasta una felicitación por parte del Fondo Monetario Internacional recibieron.
No me canso de decir que pertenezco a un liderazgo nuevo, que sabe que gobernar bien consiste en darle soluciones a los ciudadanos, sin importar su ideología, su tendencia política ni las diferencias con quienes hemos sido electos por el voto de la gente. Ellos convirtieron la política en un circo vacío, donde sólo se tienen discusiones infértiles que nada tienen que ver con el día a día de las familias venezolanas que, en tan sólo dos meses, son más pobres y siguen estando desprotegidas por un gobierno central que cada vez se endeuda más y resuelve menos.
Si la economía va bien, ¿por qué prefieren empobrecer a las familias venezolanas, en vez de para la regaladera de dinero que el gobierno le hace a otros países para mantener las apariencias y algunas amistades políticas?Si tenemos los precios más altos del barril de petróleo en años, ¿cómo pretenden esconder que la devaluación es para intentar resolver la falta de dinero por culpa de un Estado que se gastó toda la plata en nombre del partido?
Si todo está bien, ¿cuál es el secreteo y la escondedera? ¿Hasta cuándo tendrán el embuste y el capricho como únicas políticas de Estado?
Nadie responde a esas preguntas. Prefieren hacerse los locos o inventarse embustes que no compran ni ellos mismos. Los simpatizantes del oficialismo con quienes he hablado recientemente, e incluso algunos que he leído opinando sobre el asunto, ponen en evidencia una sola cosa: le mintieron al Pueblo y eso tiene consecuencias inevitables.
Lo que les pone más cuesta arriba el asunto es que los políticos del partido de gobierno se han convertido en enemigos de sí mismos, porque le han fallado demasiado a quienes por última vez confiaron en su palabra.Hoy están entrampados en sus mentiras. Pasadas las fechas electorales, abandonaron al Pueblo nuevamente, usándolo como si los venezolanos fuésemos sólo cifras y no seres humanos con necesidades, sueños y capacidades diferentes.
Mentirosos, dejen la cháchara y la politiquería y cúmplanle a los venezolanos. Ya va siendo hora de que ustedes mismos revisen los catorce años de promesas incumplidas que llevan a cuestas y se hagan responsables del fracaso que hoy es más evidente que nunca.
En esos catorce años los hemos visto cometer un error tras otro. Eso debería servir al menos para evitarlos a la hora de gobernar.
Gobernar es una tarea que requiere de voluntad y compromiso. Pero sobre todo de confianza. Y la confianza en ustedes cada vez está más rota, más devaluada.
Y si la tarea es demasiado grande para ustedes, háganse a un lado y dejen que un futuro mejor llegue a las vidas de los venezolanos. Un futuro que también los incluye a ustedes.