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lunes, 1 de julio de 2013

“En Colombia se puede hablar de paz gracias al sacrificio del Ejército”

Juan Manuel Santos fue ministro de Defensa en el anterior Gobierno de Colombia. Su número dos era Juan Carlos Pinzón. Hoy, Santos es presidente y Pinzón es ministro de Defensa. Falta tiempo para saber si seguirá corriendo el escalafón en una secuencia lógica, pero Pinzón presenta un currículum apabullante como economista, con posgrados en las universidades de Princeton, Harvard y Johns Hopkins, además de experiencia en el Banco Mundial y como directivo de banca privada. Y tiene 41 años.
Pinzón estuvo en Madrid como parte de una gira por países europeos que incluyó la firma de un acuerdo de cooperación con la OTAN que ha levantado recelos dentro de su país. “Es un acuerdo de cooperación y seguridad de la información”, explicaba el viernes, tras dar una conferencia en Casa América en la que hizo una presentación la política del Gobierno de Santos. El acuerdo “abre la puerta para que Colombia acceda a buenas prácticas de las fuerzas armadas de las democracias de la OTAN en temas de nuestro interés: integridad y transparencia en el manejo de recursos, planificación de emergencias civiles, operaciones humanitarias y de paz”. Al acuerdo, Colombia aporta Colombia su muy valorada “experiencia en la lucha contra el narcotráfico y el crimen transnacional”.

Los acuerdos deberán llevar también a una mayor presencia internacional del Ejército colombiano. “Colombia ya tiene esa experiencia”, aclara Pinzón. El país tiene destacados 500 soldados permanentes en la fuerza internacional del Sinaí, entre Egipto e Israel, desde 1982. También tiene policías en la misión en Haití. “Seguramente en los años por venir esa será una línea más usual”, adelanta el ministro.
El presidente Juan Manuel Santos se encuentra inmerso en una negociación, pública desde hace medio año, con la guerrilla de las FARC, la más numerosa y antigua de América Latina. El proceso lo lidera el presidente, pero a Pinzón le toca asegurarse de que las Fuerzas Armadas colombianas entienden y asumen su papel en el mismo. “Las Fuerzas Armadas son conscientes que hoy se puede hablar de paz gracias a sus logros, sus triunfos y el sacrificio que han hecho para cambiar Colombia”, contesta al ser preguntado por el ánimo con que los militares afrontan este proceso. “Si no fuera por las victorias, probablemente no hablaríamos de paz como se habla hoy. El narcotráfico es el 30% de lo que fue hace 10 o 12 años y los grupos terroristas no son ni siquiera el 45% de lo que fueron en armas, recursos u hombres hace una década. Esto es consecuencia de la acción de las Fuerzas Armadas. Hay una conciencia muy clara de su verdadero aporte a la paz y la prosperidad del país”.
Si se logra una paz que desmovilice a la mayor parte de las FARC, las amenazas cambiarán, sobre todo en tamaño. Pinzón admite que se trabaja en escenarios de futuro sobre cuál deberá ser entonces el papel y el tamaño del Ejército colombiano. “Hemos venido trabajando en una planificación de corto y largo plazo. Dependiendo de los escenarios vamos a tener los planes bien diseñados. Entretanto, las Fuerzas Armadas tienen una misión muy definida encomendada por el presidente Santos: golpear sin descanso al terrorismo, al narcotráfico y las formas de criminalidad que afectan a los colombianos”.
La ausencia de un alto el fuego entre las partes es una de las principales características de estas negociaciones de paz, en las que el Ejército a las órdenes de Pinzón mata terroristas en la selva mientras los enviados del presidente negocian con sus jefes en La Habana. Es en ese contexto en el que se entiende esta frase de Pinzón: “En Colombia va a haber paz con las FARC o sin las FARC. Me parece que el mensaje es que ellos deben aprovechar esta oportunidad que el presidente les ha abierto”. Por su parte, repite de nuevo, “las Fuerzas Armadas sólo tienen una instrucción: actuar sin descanso contra el narcotráfico, el terrorismo y la criminalidad”.
Y eso no va a cambiar, a pesar de que el país empieza ya a meterse en un ambiente preelectoral. En las elecciones del año que viene, el gran activo o el gran lastre de Santos será la negociación. Todo girará en torno a eso. Pero Pinzó considera que el Ejército quedará fuera de la discusión partidista. “No creo que haya mayores diferencias [entre los candidatos]. Las Fuerzas Armadas no son políticas, no son deliberantes. Han sido muy efectivas con distintos gobiernos y en distintos momentos. Yo creo que ese no va a ser un tema de grandes diferencias”.
En cuanto a la lucha contra el narcotráfico, el ministro de Defensa evita responder si se han utilizado aviones no tripulados, llamados drones, como utiliza Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo. “En Colombia hemos venido adquiriendo ciertas tecnologías para vigilar y proteger la infraestructura y para perseguir las distintas formas de criminalidad”. ¿Pero utilizan drones o no? “Hemos adquirido varias tecnologías”.
 EL,PAIS