La Justicia iraní estableció una oficina fiscal especial para perseguir ofensas relacionadas con los medios y la cultura, informó hoy el fiscal de Teherán, Abbas Jafari- Dowlatabadi.
“Después de todo, vivimos en una sociedad islámica”, donde se cometen ofensas que deben ser enfrentadas. Todo lo que vaya contra esas normas islámicas no es aceptable, señaló citado por la agencia de noticias IRNA.
Sin embargo, aseguró que la nueva oficina tendrá un acercamiento más cultural y profesional hacia esas ofensas e intentará mostrar un nivel mayor de tolerancia.
Desde entonces a algunos periodistas locales se les prohibió trabajar y otros fueron encarcelados por varios cargos. Los diarios y webs de la oposición sufren la censura y sólo un par de rotativos reformistas cirulan en el país. La mayoría de los medios locales tienen estrechos lazos con el gobierno.
Mientras, a los medios extranjeros se les prohibió informar directamente sobre las protestas de 2009 y contactar a figuras de la oposición y sólo se les permite cubrir determinados eventos previamente aprobados por el gobierno.
“Después de todo, vivimos en una sociedad islámica”, donde se cometen ofensas que deben ser enfrentadas. Todo lo que vaya contra esas normas islámicas no es aceptable, señaló citado por la agencia de noticias IRNA.
Sin embargo, aseguró que la nueva oficina tendrá un acercamiento más cultural y profesional hacia esas ofensas e intentará mostrar un nivel mayor de tolerancia.
Restricciones a los medios
Las restricciones a los medios nacionales e internacionales en el país aumentaron tras las protestas contra el fraude denunciado por la oposición en las elecciones presidenciales de junio de 2009, en las que Mahmud Ahmadineyad resultó reelegido como presidente,Desde entonces a algunos periodistas locales se les prohibió trabajar y otros fueron encarcelados por varios cargos. Los diarios y webs de la oposición sufren la censura y sólo un par de rotativos reformistas cirulan en el país. La mayoría de los medios locales tienen estrechos lazos con el gobierno.
Mientras, a los medios extranjeros se les prohibió informar directamente sobre las protestas de 2009 y contactar a figuras de la oposición y sólo se les permite cubrir determinados eventos previamente aprobados por el gobierno.
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