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jueves, 5 de abril de 2012

Inmortalizada en Buenos Aires, Mafalda llena de alegría a los turistas en Argentina


Todos los que pasan por la esquina de la calle Defensa con Chile explotan en risas. Muchos gritan sorprendidos y otros corren al banquillo blanco que se ubica justo delante de una cafetería. ¿La razón? No es otra que Mafalda.
Sonriente, con un vestido verde y zapatos negros, Mafalda, uno de los personajes más famosos de nuestros tiempos, se sienta mirando de frente a la calle que la vio nacer
En tan solo 10 minutos, aproximadamente 10 turistas corrieron a abrazarlas y tomarse su foto sentada al lado de una de las pensadoras más grandes que tiene América Latina.
Aquella niña inocente, que luchaba por los derechos de todos, que creía en la igualdad y la justicia y que odiaba la sopa, reposa hoy a la vista de todos. Obra de Quino, esta niña sigue siendo hoy, años después de su nacimiento, la imagen más hermosa de todo San Telmo.

“Yo lo veía siempre en el apartamento y decía: este no trabaja”

En un recorrido por la calle Chile, justo en el 371, Noticias24 se topó con la señora Alicia. Ella, ya después de muchos años, recuerda a Quino y los momentos en los que Mafalda veía la luz.
“Era un hombre muy culto”, dijo la que en aquel momento era vecina del autor. En el décimo piso, la señora Alicia siempre veía salir a la esposa de Quino, pero nunca se topaba con él.
“Yo siempre lo veía en el apartamento y decía: este no trabaja”, dijo entre risas. Este pensamiento, que además corría por los pasillos, fluía ignorante de que en aquel espacio se estaba creando a un grupo de pequeños que lo harían famoso.
Según indicó, Quino tomó muchos de sus personajes de personas cercanas del lugar. Señaló entonces al sur, especificando que el Almacén Don Manolo quedaba en aquella dirección.

La otra cara: “Como es nuestra, no le prestamos mucha atención”

Dentro de la alegría expresada por aquellos que nunca habían visto a la pequeña, una camarera que atendía el cafe en donde todos quieren sentarse, explicó que la euforia era más fuera de Argentina, que dentro. Y es que según ella, “como es nuestra, no les prestamos mucha atención”.
Algo parecido dijeron las dos jóvenes que atendían la tienda un portal más arriba de la casa de Quino, aunque aseguraban que no era una cuestión de interés, sino de generación.
Local o extranjero, muchos adoran a esta pequeña que sorprende con sus frases. Ella, junto a todo su equipo, cada uno de estos representando aún aspecto de la sociedad, han llenado la vida de miles y prueba de ello es que el libro ha sido traducido a más de 20 idiomas.
Con una tortuga que se llamaba Burocracia, una amiga que representaba los valores femeninos de una época en donde la mujer estaba destinada a la cocina y los hijos (Susanita), un amigo que representaba el capitalismo (Manolito) y el odio más profundo hacia la sopa, representación de los sistemas comunistas de la época, Mafalda se erige como un personaje digno de estudio o, al menos, digno de lectura.
“Lo malo de los reportajes es que uno tiene que contestarle en el momento a un periodista todo lo que no supo contestarse a sí mismo en toda la vida, y encima pretenden que uno quede como inteligente”
Mafalda

Por: Ana Vanessa Herrero / Noticias24