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jueves, 3 de octubre de 2013

Las confesiones de una modelo: “Era anoréxica, pero me pedían que adelgazara más”

La modelo Georgina Wilkin confesó tras superar la anorexia que en el mundo de la moda existen muchas problemas con la alimentación saludable, alegando que durante el tiempo que estuvo enferma le seguían exigiendo, “a pesar de ser anoréxica me pedían que adelgazara más”.
No es un misterio para nadie que en las pasarelas la delgadez siempre será un tema que trae polémicas, Wilkin es una joven británica que vivió lo que es sufrir de un desorden alimenticio y ahora quiere crear conciencia con respecto este tema. “Todo el mundo debería saber a qué tipo de presión se ven sometidas las modelos”, señaló.
Esta chica comenzó con su aventura en el mundo de la moda a los 15 años de edad, cuando le prometieron que tenía potencial para ser la próxima Kate Moss. Al adentrarse dentro de esta industria se dio cuenta de que su cuerpo era un producto, debido a que en la segunda visita a la agencia la midieron de pies a cabeza, “hasta las puntas de mis dedos”, manifestó.
Wilkin agregó que mientras “más delgada más se peleaban los fotógrafos por ella. Después de llevar varios días sin comer nada me presenté en la agencia mareada y mi agente me dijo que estaba encantado y que lo que fuese que estaba haciendo que siguiese así”.
“Me saltaba el desayuno, el almuerzo lo pasaba en la biblioteca escolar”
“Me saltaba el desayuno, el almuerzo lo pasaba en la biblioteca escolar y les decía a mis padres que iba a cenar a casas de amigos, así no tenía que sentarme con ellos en la mesa”, cuenta. “Mis labios y mis dedos eran azules porque era tan delgada que mi corazón estaba luchando por bombear la sangre por todo mi cuerpo. Los maquilladores tenían que disimularlo con corrector”, añadió.
Para la modelo británica una de las peores experiencias fue un casting que hizo en el año 2006 para una agencia japonesa, donde lo ofrecieron un contrato de dos meses con la condición de que perdiera aun más peso. Le sorprendió mucho al llegar al país asiático que la mayoría de las chicas fueran más delgadas que ella.
Para el año 2007 los padres de Georgina intervinieron y consiguieron llevarla a un centro médico, ahora con 23 años de edad ha superado la anorexia y su salud. Sin embargo, fueron tiempos difíciles llegó a sufrir problemas críticos en el corazón y los riñones.
Tras haber librado esta batalla ella solo busca promover la vida saludable y evitar que existan más víctimas de los trastornos alimenticios.
Con información de La Vanguardia