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domingo, 10 de noviembre de 2013

Purga en Policía de Ecuador irá tras adictos a alcohol y drogas

Purga en Policía de Ecuador irá tras adictos a alcohol y drogasLa Policía de Ecuador, salpicada durante años por casos de violaciones de derechos humanos y corrupción, está siendo sometida a una purga que incluye pruebas para detectar el consumos de drogas y licor, de las que no escapará la cúpula.

El proceso de depuración que arrancó en 2010 involucra a los 44.000 miembros de la institución. Hasta la fecha 1.300 policías, entre ellos varios coroneles, han sido separados por causas como mala conducta profesional y por fallos judiciales, mientras que otros 500 están siendo investigados. 

De este último grupo se estima que unos 250 efectivos también quedarán fuera, dijo el inspector de la Policía, general Fabián Solano. 

Dentro de esta inédita campaña de limpieza se incluirán pruebas para detectar adicciones a drogas y licor. "Tenemos problemas de consumo de alcohol", admitió el ministro del Interior, José Serrano, a cuyo cargo está el organismo armado, en una entrevista con la AFP. 

A raíz de ello, "comenzaremos a aplicar exámenes toxicológicos a todos los policías" a partir de 2014, sostuvo. 

Las pruebas -agregó- seguirán un estricto protocolo para que un "consumidor habitual o que haya caído en la adicción pueda tener la ayuda del Estado, pero no podrá seguir siendo policía". 

El ministro anotó que los exámenes toxicológicos se enmarcarán en las denominadas pruebas de confianza integrales, entre las que figuran, además de revisiones médicas, análisis sicológicos, físicos y hasta con polígrafo. 

Purga 

"Es una purga no solo alrededor de la Policía sino también del resto de instancias del sistema de justicia penal en el que se había generado un círculo vicioso. Todo el mundo se lavaba las manos, querían contentar a uno, dos o tres países para que le den la visa y nada más, mientras que la ciudadanía estaba a expensas de cualquier criminal", manifestó. 

El presidente Rafael Correa denunció en su momento infiltraciones de Estados Unidos en la Policía ecuatoriana, diciendo que algunos de sus miembros respondían a Washington antes que a Quito. 

En 2009, el gobernante socialista expulsó a un agregado estadounidense que suspendió una ayuda económica a la institución, porque, según una carta del diplomático, no se había coordinado la designación de jefes policiales. 

Entonces Correa denunció el sometimiento de algunas unidades policiales a las políticas de la Casa Blanca, aunque pese a las críticas mantiene las relaciones diplomáticas con Washington. 

El máximo punto de tensión entre el gobernante y la Policía estalló en 2010, cuando decenas de uniformados se sublevaron contra una reforma salarial. La rebelión -que el mandatario denunció como un intento de golpe de Estado y magnicidio- dejó diez muertos. 

La ONU también interpretó el hecho como un intento de desestabilización. Después de conjurado el malestar fueron separados 70 efectivos. 

El lado flaco del orden 

"Históricamente, la Policía ha sido vista como una institución violadora de derechos humanos, represiva, corrupta", dijo a la AFP Carolina Pazmiño, asesora jurídica de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU). 

No obstante, "dentro de la Policía hay diversas instancias que gozan de mayor o menor popularidad", indicó a la AFP el director del Centro de Estudios Globales de la privada Universidad San Francisco de Quito, Daniel Montalvo. 

Añadió que la unidad policial de Tránsito "es posiblemente la más desprestigiada, y ahí es donde se puede palpar más claramente la corrupción que manifiestan los ciudadanos". 

Luego de iniciado el proceso de depuración, la credibilidad en la Policía ha mejorado de manera progresiva entre 2010 y 2013, pasando de 27,6% a 43,7%, indicó a la AFP la investigadora privada Perfiles de Opinión. 

La Policía ocupa el sexto lugar entre 17 instituciones, detrás de las Fuerzas Armadas (67,5%), la Iglesia Católica (65,3%) y el gobierno nacional (54,3%), según un reciente encuesta de esa firma. 

Los mejores en la Policía 

En diciembre concluirá un plazo para que los policías presenten una declaración juramentada de bienes como establece la ley, lo que no había sido aplicado y debe cumplirse cada dos años. 

Unos 7.000 de los 44.000 uniformados todavía no han entregado ese informe. "Si no presentan sus declaraciones, puede ser causal de destitución", remarcó el ministro. 

"En Ecuador no queremos tener a los mejores policías; queremos que dentro de la Policía estén los mejores ciudadanos. La Policía tiene que ser un referente de nuestra sociedad no por el miedo ni la represión sino por la protección y la confianza", subrayó Serrano.AFP