Médicos chinos protagonizaron una hazaña casi insólita al salvarle la mano a un hombre que se la había amputado. La solución fue injertar el miembro perdido en el tobillo del paciente. La víctima, Xie Wei, trabajaba operando una máquina en un taller familiar cuando se cortó la mano derecha. Aunque pensó que quedaría amputado recorrió varios hospitales hasta que llegó a uno donde los médicos le dijeron que podían operarlo.
Al principio, el hombre mantuvo la mano en una bolsa plástica, luego la guardó en un refrigerador con hielo. En total, le tomó cerca de siete horas encontrar un doctor que pudiera ayudarle.
Tang Juyu, un especialista en casos difíciles de reparación de tejidos y heridas, fue quien hizo la cirugía y optó por adjuntar la mano en la pantorrilla de Xie, porque en esa zona hay buen flujo de sangre.
Según relata la CNN, la curación del brazo del hombre tomó un mes y recién ahí fue sometido a otra cirugía en la que la mano fue colocada.
Xie fue dado de alta y descansa en su casa. Todavía no puede mover bien sus dedos, pues la recuperación completa de los nervios en la mano podría tomar cerca de seis meses.
En el 2004 el médico Tang Juyu había realizado con éxito una operación similar. Había injertado una mano en la barriga de un paciente, pero por este último caso cobró 30,000 yuanes chinos (cerca de 49.900 dólares).
AFP
