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martes, 20 de enero de 2015

Venezuela busca su segundo Goya con “La distancia más larga”

(España, 20 de enero – DPA).- Un año después de que “Azul y no tan rosa” consiguiera el primer Goya para el cine venezolano, la historia se repite: otra ópera prima, esta vez escrita, dirigida y producida por una mujer, vuelve a optar al galardón en la categoría de mejor película iberoamericana.
Aunque no figuraba en las quinielas, “La distancia más larga”, de Claudia Pinto, se abrió un hueco en las nominaciones a los premios cinematográficos más importantes de España tras haber cosechado un gran éxito de público en su país (donde estuvo cuatro meses en cartel). Y aunque aquí aún no tiene fecha de estreno, viene avalada por premios como el de mejor película latinoamericana en el Festival de Montreal o el del público en el Festival de Huelva.
“La distancia más larga” sirve como metáfora de ese viaje constante de idas y vueltas que es la vida, pero también es un llamamiento al respeto por la libertad de cada cual para decidir su destino. La protagoniza la actriz española Carme Elías, que en 2009 ya recogió un Goya por “Camino”, pero esta vez se enfrenta a su propia muerte y de manera diametralmente opuesta: tiene una enfermedad terminal y quiere ser ella quien decida cuándo y dónde ponerle fin.“Nuestra lucha era intentar hacer una película lo más honesta posible, y parece que esa verdad ha conseguido enamorar“, cuenta a dpa Pinto (Caracas, 1977) en la mañana siguiente a la Fiesta de los Nominados a los Goya. “Me emociona mucho esta nominación porque llevo 12 años viviendo aquí”, explica, “y la película habla precisamente de encuentros”.
El lugar elegido es el singular Roraima, uno de los imponentes tepuyes (montañas tabulares) situados en la región de la Gran Sabana. “No se había rodado nunca allí y me preguntaba por qué”, explica Pinto. “Más allá de que es hermoso, tiene una energía sanadora muy especial y era un reto intentar transmitirla en una película”. De hecho, confiesa, fue allí donde nació el germen de la historia cuando en 2001 viajó por primera vez al parque natural tras la muerte de su madre.
“La distancia más larga” es, además, un filme de dicotomías: por un lado, la caótica y peligrosa Caracas frente a la paz y el misticismo de la Gran Sabana y, por otro, el contraste entre esa mujer decidida a morir y el inesperado encuentro con su nieto, al que le queda toda la vida por delante. “En Venezuela hay una tasa de homicidio de las más elevadas, allí la vida no vale mucho. Y vivo en un país donde el debate de la muerte digna está sobre la mesa”, explica Pinto. “Eso, más que hablar de la muerte, me ha llevado a hablar de la vida”.Para Elías (Barcelona, 1951), el paisaje no sólo era un protagonista más, sino también “un aliado” a la hora de hacer frente a las duras condiciones de un rodaje “a flor de piel”. Y es que filmar en esta zona remota a casi 20 horas de viaje en carretera desde Caracas era un desafío que hacía llevarse las manos a la cabeza a los productores, añade Pinto. Pero al final, apunta la protagonista del filme, el resultado es una “película de presupuesto pequeño que parece una gran producción”.
En ese sentido, apunta, la apuesta de la película no era hacer un alegato en favor de una decisión u otra, sino centrarse en el respeto. “En lo particular comparto plenamente la decisión de Martina (Elías), pero quería hacer una especie de caleidoscopio donde otros personajes plantearan sus distintas posturas”. Por eso, “la película deja suficientes ventanas abiertas” como para que cada uno la entienda a su manera.
Feliz por la recepción que está teniendo el filme, Pinto se emociona al hablar del estreno que realizó para las comunidades indígenas de la Gran Sabana y celebra que en una Venezuela políticamente muy dividida, el cine se haya convertido “en un punto de consenso”. “Tenemos una producción escasa, pero que reúne muchos premios internacionales, y una de las cuotas de pantalla de cine local más altas de Latinoamérica”, afirma. “Eso me llena mucho”.
Y el próximo 7 de febrero, quizá el cine venezolano vuelva a tener motivos para estar de fiesta. Aunque sus rivales por el Goya iberoamericano no lo ponen fácil: se enfrenta a la uruguaya “Kaplan”, la cubana “Conducta” y la argentina “Relatos Salvajes”, que parte como favorita con otras 8 opciones a premio y su nominación a los Oscar.