Tibaire Altuve, abogada y miembro de MiCondominio.com, y Nieves Rodil, trabajadora residencial, asistieron al programa Soluciones para discutir acerca de la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales, y de como la normativa ha cambiado la relación entre los propietarios y el personal de conserjería.
En primer lugar, la abogada mencionó que la nueva legislación limita las funciones de los conserjes al aseo y limpieza, mientras que tareas como custodia y mantenimiento se obvian. Las posibilidades de trabajo se reducen más, explicó Altuve, pues con el establecimiento de un horario algunas labores discontinuas no podrán realizarse. "Eso fue un desacierto de la Ley", afirmó la abogada.
Altuve señaló que otra manera en la que la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales puede afectar la relación entre propietarios y conserjes es dándole derechos a estos últimos que son de los dueños. Ella dijo que el personal de aseo y mantenimiento siempre ha sido parte de la comunidad pero que ahora gozan de nuevos privilegios como el uso de las áreas comunes del edificio.
Según Altuve, se legisló para los actuales trabajadores residenciales sin considerar a los que vendrán y por eso se les garantizó que una vez concluida la relación laboral, los conserjes pueden permanecer desde tres meses hasta dos años en el espacio asignado perjudicando al nuevo empleado del condominio. La abogada aseveró que los lugares para los trabajadores domésticos no deben ser usados como respuestas habitacionales, que es algo que la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales hace.
"Por individualidades la situación se ha agravado de un lado y otro", manifestó Nieves Rodil. La trabajadora residencial dijo que hay empleadores que "son unos maulas" pero hay otros que tratan con respeto y consideración a sus contratados. Dijo que por un grupo de compañeras que promovieron los cambios legales en su oficio todos se han visto afectados, pues antes muchos participaban en programas de profesionalización adquiriendo capacidades gerenciales gracias al apoyo de universidades y órganos del poder público, pero que ahora, como los conserjes sólo deben limpiar, eso no se realiza.
Rodil dijo que la mayoría de los trabajadores residenciales piensa que si se quedan sin trabajo también se quedan sin vivienda, y por eso hay apoyo al nuevo marco legal. El Gobierno es quien debería garantizar la vivienda y por eso hay miedo a quedarse sin un sitio a donde ir, expresó.
Se señaló en el programa que por la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales y los cambios que ha traido, las familias dudan a la hora de contratar personal de mantenimiento y aseo. El considerar que luego no podrán ser desalojados, o que no tendrán obligaciones a parte de limpiar, hace que los posibles contratistas se limiten a buscar el servicio de empresas de limpieza. Nieves señaló que existe la necesidad de un árbitro, que es el Ministerio del Trabajo, para que le dé garantías a todas las partes, y que mientras eso no exista, seguirán ocurriendo problemas.
Para participar en Soluciones hacer contacto a través de la cuenta de Twitter: @solucionesGV
En primer lugar, la abogada mencionó que la nueva legislación limita las funciones de los conserjes al aseo y limpieza, mientras que tareas como custodia y mantenimiento se obvian. Las posibilidades de trabajo se reducen más, explicó Altuve, pues con el establecimiento de un horario algunas labores discontinuas no podrán realizarse. "Eso fue un desacierto de la Ley", afirmó la abogada.
Altuve señaló que otra manera en la que la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales puede afectar la relación entre propietarios y conserjes es dándole derechos a estos últimos que son de los dueños. Ella dijo que el personal de aseo y mantenimiento siempre ha sido parte de la comunidad pero que ahora gozan de nuevos privilegios como el uso de las áreas comunes del edificio.
Según Altuve, se legisló para los actuales trabajadores residenciales sin considerar a los que vendrán y por eso se les garantizó que una vez concluida la relación laboral, los conserjes pueden permanecer desde tres meses hasta dos años en el espacio asignado perjudicando al nuevo empleado del condominio. La abogada aseveró que los lugares para los trabajadores domésticos no deben ser usados como respuestas habitacionales, que es algo que la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales hace.
"Por individualidades la situación se ha agravado de un lado y otro", manifestó Nieves Rodil. La trabajadora residencial dijo que hay empleadores que "son unos maulas" pero hay otros que tratan con respeto y consideración a sus contratados. Dijo que por un grupo de compañeras que promovieron los cambios legales en su oficio todos se han visto afectados, pues antes muchos participaban en programas de profesionalización adquiriendo capacidades gerenciales gracias al apoyo de universidades y órganos del poder público, pero que ahora, como los conserjes sólo deben limpiar, eso no se realiza.
Rodil dijo que la mayoría de los trabajadores residenciales piensa que si se quedan sin trabajo también se quedan sin vivienda, y por eso hay apoyo al nuevo marco legal. El Gobierno es quien debería garantizar la vivienda y por eso hay miedo a quedarse sin un sitio a donde ir, expresó.
Se señaló en el programa que por la Ley de Dignificación de Trabajadores y Trabajadoras Residenciales y los cambios que ha traido, las familias dudan a la hora de contratar personal de mantenimiento y aseo. El considerar que luego no podrán ser desalojados, o que no tendrán obligaciones a parte de limpiar, hace que los posibles contratistas se limiten a buscar el servicio de empresas de limpieza. Nieves señaló que existe la necesidad de un árbitro, que es el Ministerio del Trabajo, para que le dé garantías a todas las partes, y que mientras eso no exista, seguirán ocurriendo problemas.
Para participar en Soluciones hacer contacto a través de la cuenta de Twitter: @solucionesGV
