Asisto, el día de hoy, en el Parlamento Europeo a la conmemoración del terremoto de Lorca de mayo de 2011.
En este trágico suceso perdieron la vida 9 personas y resultaron heridas más de 300. E seísmo sacudió la economía de toda la región, aportando incertidumbre sobre el futuro y cambiando para siempre la vida de sus habitantes.
Pero la población y las autoridades locales de Lorca y de la Región de Murcia hicieron gala de un extraordinario valor y, frente a las ruinas, iniciaron la reconstrucción, así como solicitaron el apoyo de la solidaridad europea.
El Fondo de Solidaridad de la Unión Europea aportó 21 millones de euros, lo que contribuyó a financiar la adopción de medidas urgentes y a corto plazo, como la asistencia a la población y la restauración de las infraestructuras públicas.
El Fondo Europeo de Desarrollo Regional intervino a continuación en una fase posterior, mediante la reasignación de fondos para invertir en la recuperación de la actividad económica de la ciudad e impulsar el desarrollo económico y social de Lorca y su región.
Una catástrofe pueden ocurrir en cualquier momento y cuando menos se la espera. No podemos evitar que esto suceda, pero podemos prepararnos para ello y, por lo tanto, mitigar su impacto, reducir los daños y, lo que es más importante, salvar vidas y proteger la salud de nuestros ciudadanos. Esta es la razón por la que las políticas de gestión del riesgo y de las catástrofes sean tan importantes. El año pasado reformamos el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea para que el proceso de presentación de solicitudes resulte más sencillo y podamos poner a disposición los fondos con mayor rapidez.
Me alegra comprobar que, en este caso, se ha hecho un buen uso de los fondos de la UE, aun cuando no fue tarea fácil y aún quede mucho por hacer. Quiero dar las gracias a las autoridades de la ciudad de Lorca y de la Región de Murcia por su compromiso y tenacidad. Son un ejemplo para todos nosotros.
UE
