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domingo, 7 de julio de 2013

“El caso de Snowden no tendrá repercusión en las relaciones económicas de EE UU y Venezuela”

El economista José Ramón Acosta explicó en Noticias24 Radio que los conflictos internacionales, como el caso de Edward Snowden “no va a tener ninguna repercusión en las relaciones económicas de EE UU y Venezuela”.
En este sentido, Acosta expresó que el Gobierno estadounidense no puede influir en las petroleras norteamericanas, ni en los compradores de hidrocarburo de esta nación, debido a que estos toman sus propias decisiones de acuerdo con sus intereses económicos y “no dependen de lo que diga Barack Obama, a diferencia de Venezuela”.
Asimismo, afirmó que EE UU puede molestarse con el Estado venezolano pero eso no influye en las relaciones financieras de ambos países, ya que reiteró que sus petroleras son independientes de la jefatura de Estado.
En contraste, cuestionó al Gobierno venezolano, ya que en caso de tener conflictos con alguna nación “puede decidir no exportar petróleo o romper relaciones económicas, ya que Pdvsa se encuentra ligada al Estado”.La única forma que esto suceda, según el economista, es que algún productor norteamericano decida no exportar a Venezuela, pero ello iría deslindado a la política de este país “porque EE UU es una democracia donde cada ciudadano toma sus propias decisiones”.
Acosta agregó que las alianzas económicas en Venezuela desde el Gobierno de Chávez se han ido sustituyendo y “han posicionado a China como nuestro principal socio comercial, sin embargo Estados Unidos sigue siendo importante, pero más delicado en este momento es que China se moleste con Venezuela porque es un país donde todos los poderes también dependen de una sola persona”.
Respecto a si el exagente de la CIA, Edward Snowden, pide asilo en el país, el economista se preguntó: “¿Snowden estará informado de cómo es la situación de los Derechos Humanos y de la libertad de expresión en Venezuela? ‘Aquí mucho menos’, lo dejarán, hacer lo que hizo en EE UU”.

“El negocio del petróleo es tan bueno que hasta mal administrado da plata”

Para Acosta el país actualmente se encuentra ante “una estanflación, es decir tiene lo peor de ambos mundos, inflación y estancamiento”, lo peor para el economista es que se vislumbra que la economía va hacia una despreflación “que es una depresión con inflación, que es mucho peor y se da muy rara vez en la historia”.
Sin embargo, explicó que mientras suba el precio del petróleo en Venezuela, “el dueño de este, que es el Estado se va sentir poderoso y que puede hacer lo que quiere. Quizá lo que yo digo de que vamos a emporar se contradiga con el precio del crudo, pero este es un negocio tan bueno que hasta mal administrado da plata”.
Con esto, quiso decir que aunque las situación económica del país “pareciera estar mal, el precio del petróleo hace que esta no se vea así y quizá esta sea la solución del Gobierno”.

“El Sicad ha sido una telenovela mala”

Con respecto a la segunda subasta que se realizará en el Sicad, donde se van a incluir a las Personas Naturales, Acosta opinó que este sistema de subasta “es una telenovela mala, porque en la primera se notaba que el sistema anterior Sitme había fallado, además el Gobierno no entendió el problema con el mercado paralelo y excluyó a las Personas Naturales“.
El economista explicó que el Estado se encargó de “criminalizar a todos los venezolanos, y ahora se dan cuenta que son las Personas Naturales en una demanda de divisas natural, las que hacen ese tipo de cambio”.Sin embargo, aseveró que esta inclusión es una muestra de que “por fin el Gobierno entendió cuál es el problema con el mercado cambiario paralelo, esto significa que lo que se decía que era que los empresarios manejaban el precio del mercado paralelo, lo cual es falso”.
En este sentido, dijo que es necesario que el Gobierno reconozca que lo que se decía antes “no era cierto, y si va a llamarse especulador a todo el compra un dólar entonces todos los venezolanos somos especuladores, porque la Ley de Ilícitos Cambiarios ha criminalizado a todos”.
Para Acosta con este nuevo paso el Estado está comenzando a flexibilizar un control de cambio que ha sido muy complicado, “pero no debemos contentarnos mucho porque lo está flexibilizando, más no lo está eliminando”.