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sábado, 22 de febrero de 2014

Repsol zanja la batalla por YPF

—¿Vendrá Brufau a la firma?
La pregunta la planteó recientemente Axel Kicillof, ministro de Economía argentino. A su lado se encontraba Carlos Zanini, secretario legal y técnico de la presidencia argentina. Ambos han encabezado en las últimas semanas las negociaciones con los directivos de Repsol. Desde que el 17 de abril de 2012 el Gobierno expropió el 51% de las acciones de Repsol en YPF, hubo cinco intentos de cerrar un acuerdo. Pero el presidente de Repsol, Antonio Brufau, nunca volvió a Argentina.
A lo largo de las últimas negociaciones, por la parte argentina era Zanini quien tenía la última palabra. Él llamaba a la presidenta, Cristina Fernández, y ella levantaba el pulgar. Pero quedó claro desde el principio que había una línea roja infranqueable: el Gobierno no pagaría una compensación por un valor superior a los 5.000 millones de dólares. Finalmente, ese monto —justo la mitad de lo que Brufau advirtió que reclamaría— lo cobrará Repsol en bonos. Y ¿qué garantías tendrá Repsol de que podrá venderlos a ese precio?
—La garantía de la nación argentina, respondió Kicillof en una ocasión.
El consejoL
Repsol no se conformó con la respuesta. El 26 de noviembre las dos partes lograron un principio de acuerdo, pero desde entonces la obsesión de Repsol fue blindarse con garantías jurídicas y financieras. Una vez que quedaron satisfechos pudieron complacer una exigencia obsesiva del Gobierno argentino: la retirada de una denuncia planteada en julio de 2012 por Repsol en Nueva York. La denuncia fue a parar a las manos del juez Thomas Griesa, el mismo que juzga el contencioso entre el Gobierno argentino y los llamados por Cristina Fernández "fondos buitres". Griesa se ha pronunciado en varias ocasiones en contra del Ejecutivo argentino. Así que Fernández pudo respirar tranquila cuando Repsol retiró su denuncia el pasado viernes.
Todo está listo ya para que los 16 miembros del consejo de Administración de Repsol voten el martes la propuesta de Argentina. Repsol encargó 10 informes jurídicos y otros 10 financieros para que consultoras y bancos evalúen las condiciones del acuerdo. Toda esa documentación, que ocupa medio metro de altura, se encuentra en poder de los consejeros.
Si todo discurre por los cauces previstos, es muy probable que la aprobación definitiva se produzca en torno a abril, cuando se cumplan dos años de la expropiación. A partir de ahora, los Gobiernos argentinos y español volverán a establecer unas relaciones que fueron interrumpidas por voluntad de Cristina Fernández. El nuevo embajador de España en Argentina, Estanislao de Grandes Pascual, ha conseguido en los 15 días que lleva en el país más que su antecesor, Román Oyarzum, en año y medio. La razón solo obedece al acuerdo con Repsol.Fuentes próximas a la compañía estiman que el acuerdo se aprobará el martes por unanimidad. Pero Brufau no viajará a Buenos Aires. No habrá foto de amigos ni champán. En su lugar acudirá el segundo hombre de Repsol, Nemesio Fernández Cuesta, y el jefe del equipo jurídico y consejero, Luis Suárez de Lezo. Serán quienes firmen el jueves. Después, el Tribunal de Tasación argentino deberá emitir un informe, Repsol someterá el acuerdo al voto de su junta de accionistas, que se celebraría en menos de un mes, y el Gobierno a la aprobación del Congreso, donde cuenta con mayoría.
De Grandes ya ha sido recibido por el ministro de Exteriores, Héctor Timerman, y por el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Su antecesor, en cambio, encontró casi todas las puertas cerradas. Un empresario español afincado en Argentina relató a este diario cómo ofreció su piso en Buenos Aires para que el embajador celebrara un encuentro clandestino con un ministro de Fernández. Pero el ministro se echó atrás cuando supo que en el edificio no había garaje que le permitiera entrar en la vivienda con absoluta discreción. Sin embargo, el 13 de febrero, el Jefe de Gabinete difundía una foto con el nuevo embajador a través de Twitter. Corren nuevos tiempos.

Los cinco contactos previos al acuerdo

Los primeros contactos entre Repsol y el Gobierno argentino comenzaron ocho meses después de la expropiación. Estos fueron los pasos que llevaron a un acuerdo que, presumiblemente, se sellará esta semana.
» 1. Diciembre de 2012. El Gobierno argentino intenta compensar a Repsol a través de una participación minoritaria en una sociedad que posee terrenos en el yacimiento de Vaca Muerta. La oferta se efectúa a través de Isidro Fainé, presidente de CaixaBank, socio mayoritario de Repsol. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, alega que será difícil explicar a los accionistas aceptar como compensación una parte de lo expropiado. "Es como si te quitasen la casa y te ofrecieran ser socio minoritario del cuarto de baño", explicó una fuente próxima a la compañía.
» 2. Febrero de 2013. Partiendo de la propuesta anterior Repsol intenta disponer de libertad sobre la propiedad de los campos de Vaca Muerta. Por primera vez se comienza a hablar de 5.000 millones de dólares como valoración de la compensación. Pero Repsol considera que los campos que le ofrecen no valen esa cantidad. Y que su papel en la sociedad mixta siempre iba a estar supeditado a la voluntad del accionista mayoritario, es decir, al Gobierno argentino.
» 3. Mayo de 2013. YPF y la compañía estatal mexicana Pemex (dueña del 9,3% de Repsol) negociaron en mayo a espaldas de Repsol. En junio llegó a Repsol una oferta del Gobierno argentino a través de Emilio Lozoya, presidente de Pemex. Argentina contemplaba ceder a Repsol el 47% de las acciones de una nueva sociedad controlada por YPF que se dedicaría a explotar una porción del yacimiento de Vaca Muerta. Además, se ofrecía una compensación de 1.000 millones de dólares en bonos nominados en pesos y 500 en efectivo. En total, 1.500 millones de dólares, pero cobrados en pesos. Y depositados en Argentina. Repsol estaba obligada a invertir todo en la nueva sociedad mixta, de la que Pemex poseería el 2% de las acciones.
Cuando Pemex lleva la propuesta al consejo de Repsol el 26 de junio es rechazada por todos los miembros del consejo, incluido el representante de Pemex. El consejo determinó que la oferta estaba "construida sobre activos sobrevalorados", y carecía de "las mínimas garantías jurídicas y económicas".
» 4. Julio de 2013. A través de un ciudadano español con gran conocimiento de Argentina, Repsol retomó el contacto. En septiembre un equipo técnico viaja a Buenos Aires. Se trabaja sobre un documento de ocho puntos. Pero las negociaciones quedan interrumpidas. Repsol interpretó que el Gobierno argentino prefería entenderse con Pemex, bajo la creencia de que la mexicana podría hacerse con el control de Repsol y desbancar a Brufau.
» 5. Noviembre de 2013. El ministro de Industria español, José Manuel Soria, a petición de Repsol, se reúne en México con Pemex. Después contacta por teléfono con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Consigue que se vuelva a trabajar sobre el mismo documento base —un folio con ocho puntos— desechado en septiembre. El 26 de noviembre, Soria y Fainé se desplazaron de urgencia a Buenos Aires junto a los representantes de Pemex y una delegación de Repsol. No hubo foto de reconciliación, pero aquel día se gestó un principio de acuerdo.

EL PAIS