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sábado, 11 de junio de 2011

La muerte del campeón olímpico Wanjiru se vuelve un misterio sin resolver

La muerte el pasado mes de mayo del keniano Samuel Wanjiru, campeón olímpico de la maratón en Pekín-2008, se ha convertido en un misterio sin resolver marcado por las infidelidades del atleta, sus tres presuntos padres y los intereses que genera la herencia del atleta.

La única certeza de la que se tiene constancia a día de hoy es que el atleta, de 24 años, perdió la vida el pasado 16 de mayo, tras haber caído desde el balcón de su domicilio en Nyahururu, ciudad situada a unos 150 kilómetros al norte de Nairobi.

Después de la muerte del corredor, uno de los mejores en su especialidad, como demuestran sus títulos en Pekín, y en la míticas carreras de Londres en 2009 y en Chicago en 2009 y 2010, varios hechos han vuelto a centrar la atención de los medios de comunicación sobre este suceso.

En la noche del 15 de mayo, al volver a su casa antes de lo previsto, la esposa del atleta, Trizah Njeri, sorprendió a su marido en su habitación, en compañía de una joven camarera, según informó el director de la policía local, Jasper Ombati.

Enfadada, la mujer del corredor abandonó el domicilio, habiendo dejado encerrado a su marido en la primera planta.

Después de la irrupción de su esposa, Wanjiru se dirigió hacia el balcón, desde donde saltó para dar alcance a su mujer, pero la caída, de más de cuatro metros, le provocó la muerte, horas después del suceso, en el hospital, según la versión oficial.

Esas son las conclusiones de la policía de Nyahururu, expuestas en su informe preliminar del caso, realizado después de haber interrogado a las dos mujeres y al portero del edificio. En ese texto, se menciona sólo brevemente la tesis del suicidio.

La madre del fallecido pidió una autopsia, que se practicó dos semanas después de la muerte, y sus resultados contradicen lo expuesto por la policía, porque la muerte de Wanjiru se produjo debido a un violento golpe recibido en la parte trasera de la cabeza, según los médicos.

Para el médico que realizó la autopsia, las heridas en rodillas y manos que presentaba el corredor daban cuenta de que sufrió una caída, pero ésta no puede explicar la lesión en la cabeza.

Pese a que se hayan hecho públicos estos datos, la policía defiende su trabajo, que aún no ha terminado. "Nuestra investigación continúa pero, la investigación preliminar demuestra que cayó de forma accidental tratando de dar alcance a su esposa", según Ombati.

Al misterio que rodea la muerte del campeón olímpico se añade una serie de personajes que tratan de adoptar un papel principal.

A parte de la esposa, otras dos mujeres aparecen como las más relevantes para el público keniano, que las descubrió tras el drama. Porque después de la muerte de Wanjiru, ambas atribuyen al corredor la paternidad de sus hijos.

Por un lado está Mary Wacera, una colega del atleta madre de una hija de siete meses, y por otro una joven de 25 años embarazada desde hace cinco meses y que reivindica el estatus de segunda esposa. Muestras de ADN fueron recogidas del cuerpo de ésta última para probar esa paternidad.

El 'casting' del caso Wanjiru se completa con tres hombres de edad avanzada que afirman, los tres, ser los padres biológicos del fallecido, y con la madre del corredor, Hannah Wanjiru, la que más aparece en los medios.

Ella y su nuera son protagonistas ahora de una batalla, después de que la madre lograra, contra la voluntad inicial de la esposa, la suspensión del entierro de su hijo, al que cree asesinado.

Pero el pasado 4 de junio la madre fue detenida por haber atacado con un machete a los participantes en una ceremonia tradicional de despedida a su hijo.

Finalmente, un juez ordenó el viernes que tuviera lugar el funeral, este sábado, pero también ordenó la apertura de una nueva investigación.