AFP-Detrás del niqab que le esconde el rostro, Widad Lottah es una consejera de pareja que sorprende en una sociedad tan conservadora como la emiratí, porque clama alto y fuerte que el sexo y el Islam casan bien.
En vísperas de la San Valentín, esta autora de un libro controvertido titulado "Top Secret: las reglas de las relaciones sexuales para las parejas casadas", invita a las mujeres árabes y musulmanas a "vivir el amor".
"No hay que tener vergüenza, no hay que ser tímido. Hay que saber aprovechar el amor", afirma esta mujer, consejera de pareja ante los tribunales de Dubai, en una entrevista con la AFP.
Afirma querer romper los prejuicios que estipulan que el sexo en el islam tienen como único objetivo tener hijos.
Totalmente cubierta por un velo negro -una opción que ha escogido, dice, para imitar a las mujeres del profeta Mohamed-, esta musulmana conservadora subraya la importancia que ocupa en el islam una vida sexual sana.
"El sexo está en el centro" de todo matrimonio exitoso, dice, y subraya que su experiencia de 11 años como consejera le ha hecho darse cuenta que "lo que pasa en la cama" es la primera causa de los problemas de las parejas en los Emiratos.
Las conversaciones públicas y a veces incluso privadas sobre las relaciones sexuales siguen siendo tabú en muchos países musulmanes conservadores.
Pero para el islam, hay dos reglas simples en lo que se refiere al sexo: hay que estar casado y "el sexo anal está estrictamente prohibido", explica.
"Todo el resto está permitido, incluidos los tocamientos sexuales", añade esta mujer.
Widad Lootah está firmemente convencida que hay que debatir abiertamente de la sexualidad. Pero también sufre los reveses de su franqueza. Su libro y las numerosas entrevistas que ha concedido le han causado insultos, condenas y amenazas de muerte.
"Me han tildado de mujer inmoral, de criminal. Algunos incluso me han acusado de ser una traidora y una espía a las órdenes de Israel y de Estados Unidos", dice esta madre de tres hijos.
Pese a esta polémica, "Mamá Widad", como la llaman sus pacientes, trabaja en su nuevo libro "Top secret: volumen dos".
Tiene que presentarlo dentro de un mes a los censores emiratíes. Esta vez, aborda las relaciones sexuales prohibidas por el Islam: "es a propósito de las relaciones homosexuales y lesbianas y sus consecuencias sobre la institución del matrimonio", explica.
Esta sorprendente mujer también milita ante las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos para introducir clases de educación sexual en las escuelas emiratíes.
"Es muy importante darles una educación sexual" a los jóvenes, "niños y niñas", dice Lootah. "Pero primero, hay que educar a los profesores", añade.
También está convencida que los tabúes en torno al sexo contribuyen a la elevada tasa de divorcios y a los matrimonios generalmente infelices en los Emiratos.
Cuando se le pregunta por qué ha escogido implicarse en este espinoso ámbito, responde sin rodeos que quiere promover "los derechos de la mujeres".
"No puedo arreglarlo todo (...) pero puedo intentar ayudar a promover el papel de la mujer en el mundo árabe", dice.
Mientras que los integristas musulmanes denuncian la San Valentín, prohibida en Arabia Saudita, vecina de los Emiratos, Widad Lootah es más comedida.
"Si se trata simplemente de un día para recordar que hay que expresar sus sentimientos a la persona amada, ¿por qué no? Pero cada día debería ser entonces la San Valentín", añade.
