Para el ministro para Ciencia, Tecnología e Innovación, Jorge Arreaza el mayor valor del satélite Miranda radica en la transferencia tecnológica que logra este innovador instrumento de observación y planificación.
Insistió Arreaza que hace apenas unos años era un sueño tener un satélite en órbita, y hoy Venezuela tendrá su segundo observador espacial, y además contará con un centro de desarrollo e investigación para la construcción de pequeños satélites, en donde laborarán los jóvenes que han ido a formarse a China.
Sobre ellos Arreaza señaló que son la inversión más importante de este proceso, porque en la mente y la imaginación de estos especialistas que se formaron en China está el futuro de la carrera espacial de Venezuela, hoy una realidad gracias a la Revolución.