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domingo, 9 de diciembre de 2012

Aumenta a 540 la cifra de muertos y 827 los desaparecidos por el tifón “Bopha” en Filipinas


EFE).- Las autoridades de Filipinas elevaron hoy a 540 las personas que han muerto por el paso del tifón “Bopha” por el sur y centro del país, además de haber dejado 827 desaparecidos y 5,4 millones de afectados en 30 provincias del país.
El primer boletín del día del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastresincluye a 368.672 personas dependientes de los centros de evacuación, aunque solo 177.801 moran en el interior de las instalaciones.
El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró la víspera el estado de calamidad nacionalpara agilizar la utilización de los fondos oficiales, la concesión de préstamos a intereses preferenciales y controlar los precios de los alimentos en las zonas perjudicadas, entre otras cosas.
Los primeros días se había declarado el estado de calamidad en las provincias del Valle de Compostela, Davao Oriental y Surigao del Sur, las más afectadas y de donde son la casi totalidad de las víctimas mortales.
Aunque el tifón entró en el sur de Filipinas por el Pacífico el martes con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora y copiosas lluvias y abandonó el país el jueves, 21 municipios aún sufren este domingo cortes de luz y seis áreas padecen interrupciones en el servicio de agua. Además, ocho carreteras y once puentes continúan cortadas para el tránsito rodado.
“Pablo”, el nombre local que dieron los filipinos al huracán, destruyó 25.201 casas, muchas de ellas chamizos, y causó destrozos en otras 21.227.
El calculo provisional de los daños causados a la agricultura y las infraestructuras supera los cien millones de dólares.
Las prioridades de las autoridades son atender a las personas desplazadas, localizar a los desaparecidos y restablecer las comunicaciones y los servicios.
“Bopha” ha resultado ser el peor tifón que ha visitado el país este año y cierra una temporada que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
El año pasado ocurrió algo parecido con “Washi”, que visitó inesperadamente Filipinas la semana anterior a Navidad y mató a unas 1.200 personas.
La deforestación, la proliferación de las minas ilegales, la falta de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de los tifones y las inundaciones que afectan durante la época del monzón a Filipinas.