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miércoles, 29 de mayo de 2013

EE UU, a la reconquista del Caribe

“Nosotros los necesitamos”, ha repetido un par de veces el vicepresidente Joe Biden al despedirse de un breve pero intenso encuentro que sostuvo este martes con los líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), donde ratificó el interés de Estados Unidos de cooperar económicamente con la región. De camino a Brasil y en vuelo directo desde Colombia, Biden hizo una parada en Trinidad y Tobago para reunirse con los presidentes y primeros ministros de los 15 países que conforman el bloque, con quienes firmó con un acuerdo marco de comercio e inversión, a través del cual aspiran ampliar el intercambio mutuo en las áreas de educación, seguridad y desarrollo de energía renovable.
“Estoy aquí porque el presidente Obama quería que tuviera la oportunidad de dialogar con todos ustedes y porque nuestro país está profundamente comprometido en mantener una sociedad con todas las naciones del Caribe”, ha dicho el vicepresidente Biden durante la rueda de prensa conjunta que ofreció al término de la jornada, junto a la primera ministra de Trinidad, Kamla Persad-Bissessar, y el presidente de Haití y presidente pro tempore de la Caricom, Michel Martelly. “La búsqueda de crecimiento, de empleo, de suministros de energía asequibles, la lucha contra la delincuencia transnacional y la protección del clima y el medio ambiente, afecta a todas nuestras fronteras, afectan a la gente de mi país y a sus ciudadanos. El presidente (Obama) y yo somos conscientes de que las naciones insulares enfrentan dificultades económicas especiales. El costo de hacer negocios es alto, las mercancías son más costosas y en el mundo globalizado todo esto puede ser atenuado”, continuó el vicepresidente estadounidense.
Reducir los costos de la energía e incrementar la participación de los países miembros de Caricom en el desarrollo de energías renovables con la colaboración de Estados Unidos fue un punto que ocupó buena parte de las conversaciones. “Probablemente no hay un grupo de naciones mejor situadas que las naciones del Caribe para aprovechar las posibilidades de las energías renovables. Sabemos que muchas naciones caribeñas pagan tres veces más por la energía que nosotros. Estados Unidos y otros países estamos trabajando en esto, buscando inversiones y conexiones regionales”, dijo Biden a sus socios caribeños. Y puso como ejemplo la firma, la semana pasada, de un memorando de entendimiento entre Trinidad y Tobago y Estados Unidos, para establecer un centro de investigaciones sobre energías renovables en Puerto España que sirva al Caribe.
Doce de los quince países que conforman la Comunidad del Caribe son, a su vez, miembros de Petrocaribe, el mecanismo de cooperación energética creado en 2005 por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para financiar las compras de petróleo de sus socios y acentuar su influencia política en la región. Bajo este esquema, los países miembros tienen la prerrogativa de pagar en 90 días el 40% del coste del crudo, en efectivo o mercancías como frijoles, vacas y azúcar; mientras, el resto de la factura se financia entre 17 a 25 años, con dos de gracia, y al 1% de interés, en caso de que el precio del barril supere los 40 dólares. El presidente Nicolás Maduro ha prometido mantener estos beneficios e incluso ampliarlos con la creación de una “zona económica regional integral”. Pero la crisis económica que atraviesa Venezuela conspira contra sus planes, en tanto, la deuda del Caribe con Venezuela, que supera los 20.000 millones de dólares, sigue creciendo.
En este contexto, viajó el vicepresidente Joe Biden a Trinidad y Tobago, con la misión de apuntalar la sociedad entre Estados Unidos y los países de la Caricom. Las conversaciones, que resultaron en la firma del Acuerdo Marco sobre Comercio e Inversión (llamado TIFA, por sus siglas en inglés), tuvo momentos de “brutal sinceridad”, según declaró la anfitriona y primera ministra trinitaria Persad-Bissessar, pero en un tono “franco y directo” que Biden agradeció. “Así es como los amigos deben tratar a los amigos. Los necesitamos, nosotros los necesitamos. Y espero que ustedes encuentren un lugar en sus corazones, en sus economías, en su búsqueda de energía, en su búsqueda de socialización, donde podamos jugar un rol”, fue el mensaje final del vicepresidente.
El presidente Michel Martelly gradeció el renovado interés de Estados Unidos en la región y sus esfuerzos de cooperación, en nombre del grupo. En las conversaciones de este martes, ha dicho Martelly, las naciones caribeñas también pidieron a cambio “que Estados Unidos emplee sus influencias en las instituciones financieras multilaterales y en el G-20 para animar a que se revise la disminución de financiación en condiciones favorables que han venido los países del Caricom clasificados como de ingresos medios”. A eso se comprometió Estados Unidos.
Antes de que Joe Biden tomara el vuelo que lo llevaría a una visita de varios días a Brasil y de que los líderes de la Caricom volvieran a sus países, la primera ministra de Trinidad y Tobago los despidió con estas palabras: “Algunos pensaron que Estados Unidos ya no estaba interesado en el Caribe o en el Caricom, y así lo expresaron en unas de esas francas conversaciones que tuvimos más temprano. Pero el hecho real es que el vicepresidente Biden está aquí, en la región. Él es el testimonio de que Estados Unidos sigue siendo un fuerte aliado de la Caricom, y de que vamos a seguir siendo socios en el desarrollo de las regiones y de las Américas”.
EL PAIS