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jueves, 16 de abril de 2015

Los cables de los ordenadores se resisten a desaparecer

Las compañías de ordenadores parecen apostar cada vez más por equipos sin cables. El nuevo MacBook, recién comercializado, sigue la estela del  Chromebooks de Google y la gama Microsoft Surface, aunque se trata de un equipo más potente y con un precio superior al de la mayoría de modelos de sus competidores: 1.449 euros en su versión más básica. 
Hasta la fecha, esta conectividad tan limitada parecía patrimonio exclusivo de teléfonos y tabletas. Incluso un híbrido de tableta y PC, como la nueva Surface 3, dispone de un puerto USB 3.0, uno micro-USB para cargar el equipo, un DisplayPort para conectar un monitor y un lector de tarjetas Micro SD. Incluso el nuevo ChromeBook Pixeldispone de dos puertos USB-C, dos USB 3.0 y lector de tarjetas SD.Sin embargo, las conexiones de wifi habituales no permiten competir con la velocidad con la que un cable logra transferir datos. Una conexión wifi de 50 megas de descarga y 5 de subida tarda casi un minuto en transmitir 100 megas de un móvil al ordenador. Si se realiza esa misma operación conectando los dispositivos con un cable USB 2.0, se emplean 10 segundos, aún menos si se usa un cable USB 3.0. De ahí que trabajar con ordenadores sin cables pueda resultar una experiencia frustrante cuando se realizan tareas que trasciendan navegar por Internet, redactar textos o editar una foto.
El nuevo Macbook, en cambio, cuenta con una única conexión USB-C, a través de la que se transfieren datos o se carga el ordenador. Si se desea hacer ambas cosas a la vez hay que recurrir a un adaptador. Apple ha lanzado cinco con su nuevo equipo con precios que oscilan entre los 19 y los 89 euros, aunque también es posible los de otros fabricantes, como Belkin y Google.
Según Amazon España, las ventas de cables de informática se han doblado en el último año en la tienda on line, 100,7%, y también se venden más discos duros externos, aunque el crecimiento es menor, en torno al 9%.
A tenor de estas cifras, el cable vive un buen momento y no se vislumbra aún cuándo y dónde desaparecerá. Ciudad Real podría ser una de los primeros lugares donde eso ocurra: es la primera ciudad de España que cuenta con una red wifi con tecnología WiFi 5G, que, teóricamente, puede lograr tasas de descarga de datos de un gigabyte. En la práctica lo normal es alcanzar 100 megas de bajada y unos 30 megas de subida, velocidades próximas a las de los cables USB 2.0. 
La empresa que ha muesto en marcha la infraestructura de Ciudad Real, Ibersontel, reconoce a través de su responsable de desarrollo de negocio, Miguel Pozo, que hoy por hoy ni siquiera el WiFi5G puede rivalizar con los cables.La velocidad no es el único factor determinante. Por muy veloces que sean las nuevos sistemas de wifi, siempre estarán sujetos a interferencias. “Puede que se produzcan solo con que tu vecino ponga en marcha el microondas", ejemplifica Pozo. Así que los puertos de conexión de los ordenadores seguirán siendo importantes a corto y medio plazo. EL PAIS