AFP).- La presidenta del Tribunal de Justicia del estado de Río de Janeiro (sureste de Brasil), Leila Mariano, dejó sin efecto el lunes la decisión de una jueza que impedía la firma del contrato de concesión a un consorcio privado del mítico estadio Maracaná, informó el gobierno.
La gobernación de Rio de Janeiro (sudeste), propietaria del estadio municipal, informó en un comunicado la decisión de Mariano “que impedía dar continuación al proceso de concesión del Maracaná“.
El gobierno indicó que “cuando sea agendada la fecha de firma de contrato del Estado con el consorcio vencedor será divulgada”.
El viernes pasado, la jueza Gisele Guida de Faria acogió un recurso de la fiscalía para impedir la firma del contrato entre la gobernación de Rio y un consorcio de cuatro empresas brasileñas, por considerar que el proceso de licitación estuvo plagado de “ilegalidades” y acarrearía pérdidas anuales por más de 3,5 millones de dólares a las arcas públicas.
Según Mariano, mantener el fallo de Faria “podría comprometer seriamente la organización y estructuración de los eventos (Copa Confederaciones y Mundial), además de traer serios gravámenes al estado de Rio de Janeiro por incumplimiento de un compromiso internacional”, según publicó la web del tribunal.
La presidenta del Tribunal de Justicia de Rio ya había fallado a favor del gobierno, cuando otro juez suspendió el proceso de licitación del Maracaná, sede de las finales de fútbol de la Copa Confederaciones en junio y del Mundial-2014.
El Consorcio Maracaná S.A, integrado por las empresas brasileñas Odebrecht Participaçoes, IMX Venues e Arenas (del millonario brasileño Eike Batista) y AEG Administración de Estadios, fue declarado la semana pasada “apto” para administrar el Maracaná por 35 años.
La jueza Faria cuestionaba seriamente la viabilidad de la concesión y pedía que los términos del acuerdo fueran revisados “bajo el prisma del interés público”.
El consorcio debe obtener ganancias líquidas de 715 millones de dólares en 35 años (2,8% de los ingresos) y debe pagar 2,25 millones de dólares por año al gobierno durante la duración del contrato, según el estudio financiero presentado para la licitación.
El Maracaná fue sometido a una profunda reforma de dos años y medio, valorada en 1.127 millones de reales (unos 560 millones de dólares), casi el doble de los 600 millones presupuestados inicialmente.
El ‘templo del fútbol’ brasileño ya había pasado por obras de adecuación en 2007para los Juegos Panamericanos.
