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viernes, 12 de julio de 2013

6.000 Euros por entrar en coche en España y 1.500 euros en balsa

La inmigración irregular tiene sus precios, como casi todo en esta vida. Los inmigrantes subsaharianos que intentan llegar clandestinamente a España saben que tienen que pagar un caro peaje antes de concluir una de las etapas de su viaje, la llegada al suelo español. 

Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil y la Policía en la ciudad española de Ceuta (Norte de África), en base a los testimonios ofrecidos por los propios inmigrantes, revelaron que las mafias han establecido sus propios precios para los viajes ilegales. 

Fuentes de la Guardia Civil informaron a Efe de que cobran unos 1.500 euros (unos 1.900 dólares) por inmigrante si el viaje es en una embarcación a motor y 6.000 euros (unos 7.800 dólares) si lo hacen escondidos en los dobles fondos de los vehículos. Son, ahora, los precios vigentes. 

La Guardia Civil tiene constancia de redes organizadas a ambos lados de la frontera que tienen en cuenta muchos factores a la hora de realizar estos viajes: el tiempo, la hora e incluso el momento, sobre todo ahora que los musulmanes están en pleno mes de Ramadán y se estima que la vigilancia en las costas marroquíes suele "relajarse". 

La mayor parte de los inmigrantes optan por el viaje en una balsa neumática con motor, aunque se detectó un incremento de entradas escondidos en dobles fondos de vehículos practicados en distintas zonas como el salpicadero del coche o el motor. 

No obstante, las mismas fuentes dijeron a Efe que hay inmigrantes que intentan la travesía por su cuenta, los más pobres, y lo hacen comprando una balsa de playa que suele costar unos 200 euros en Marruecos y menos de 100 si la adquieren en Ceuta para cruzar el Estrecho de Gibraltar. 

En cualquiera de los dos casos, la Cruz Roja Española y Salvamento Marítimo alertan sobre los grandes riesgos que corren los inmigrantes en este tipo de travesías, sobre todo porque salen a la mar sin nociones básicas sobre cómo actuar en caso de cualquier imprevisto. 

"Algunos llegan exhaustos, otros con hipotermia pero generalmente todos lo hacen después de haber pasado mucho miedo durante el trayecto", reconoce a Efe el dirigente de la Cruz Roja ceutí Germinal Castillo. 

En los últimos días se incrementó el tránsito de este tipo de balsas, sobre todo debido a las buenas condiciones meteorológicas que posibilitaban los cruces clandestinos. 

La inmigración ilegal vuelve a darle la mano al verano para que estas personas sigan agarrándose al sueño de llegar a Europa.
EFE