Un año después de la caída de Mosul, un tercio del territorio de Iraq permanece bajo el control y gobierno del ISIS y la situación humanitaria que esta situación ha generado es muy grave, indicó este miércoles el representante especial de la ONU para ese país.
En su informe periódico al Consejo de Seguridad, Jan Kubis señaló que las ofensivas militares de las fuerzas iraquíes apoyadas por coaliciones nacionales e internacionales aún tienen mucho trabajo por hacer para cambiar el panorama en el terreno.
"Tikrit fue liberada en marzo, pero Ramadi cayó en mayo. La actual ofensiva en Anbar tiene el objetivo de revertir este revés. El costo humano del conflicto sigue siendo demasiado alto", apuntó.
Kubis detalló que en los últimos dos meses, la Misión de la ONU en Iraq ha registrado al menos 1.200 civiles muertos y 2.000 heridos como resultado del conflicto armado o los ataques terroristas.
Por otra parte, dijo que más de 8 millones de iraquíes, o 25% de la población, precisan ayuda de emergencia y que la mitad de ellos necesitan asistencia alimentaria.
Kubis agregó que más de tres millones de personas han sido desplazadas y que se prevé el desplazamiento de otro millón durante los próximos meses debido a la violencia.
En este contexto, el gobierno y el pueblo de Iraq precisan del apoyo continuo y masivo de la comunidad internacional, concluyó Kubis.