Investigadores de la Universidad Católica de Chile crearon un producto que extiende la conservación del pescado fresco, con base en recubrimientos comestibles elaborados con ingredientes 100 % naturales, informaron hoy fuentes de la casa de estudios.
La investigación surgió de la necesidad de prolongar el estado óptimo de los pescados para su consumo y su mantenimiento en las cadenas de comercialización del país austral, uno de los mayores productores pesqueros a nivel mundial y el producto resultante ya fue probado en salmones.
"Se evita un aumento en la oxidación de los lípidos del alimento durante su almacenamiento, lo que ayuda a guardar el color y la calidad de los pescados", aseguró en un comunicado Loreto Valenzuela, académica de la Universidad Católica que lidera el proyecto, en el que participan también José Cuevas y Ricardo Pérez.
Según los investigadores, con su aplicación en los salmones de prueba se obtuvo un "retraso en el crecimiento de microorganismos durante la etapa de conservación", hasta en 22 días después de ser almacenados a una temperatura de cero grados Celsius.
Valenzuela destacó que esta tecnología "no sólo responde a una necesidad de la industria, al evitar pérdidas de pescados por oxidación de ácidos grasos o por aumento de contenido bacteriano, sino que satisface una demanda de los consumidores, que exigen alimentos naturales, frescos y con menos aditivos químicos".
En la misma línea, resaltó el impacto que este tipo de tecnología podría tener en los costos de envasado y distribución de los pescados frescos, ya que no se necesitarían envolturas plásticas adicionales al realizar el empaquetado.
En palabras de Valenzuela, lo anterior beneficiaría a las exportaciones del sector al permitir que los productos lleguen a lugares más lejanos.
De acuerdo con el Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica, esta solución podría aplicarse en cualquier alimento de características similares en contenido proteico y lipídico, como las carnes rojas, los pollos y los mariscos.
Chile es uno de los mayores productores pesqueros del planeta, no obstante, el consumo de estos alimentos alcanza en promedio los 7 kilogramos por habitante al año en el país, a diferencia de Japón, con 69 kilos; España, con 40, y Perú, con 25, por ejemplo.
Actualmente, la industria de salmones del país austral, la segunda del mundo después de Noruega, enfrenta una de las mayores crisis de su historia con la aparición de un alga nociva en el mar que produce la muerte de los peces, lo que ha derivado en pérdidas de más de 36.000 toneladas en la región sureña de Los Lagos y su vecina región de Aysén
EFE