“Nunca antes habíamos esperado que un secretario general de la OEA se convirtiera en una pieza subalterna, sumisa y condenable, del imperio norteamericano”, expresó este miércoles el Ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, durante la sesión del Consejo Ministerial de la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA-TCP), realizado en Caracas.
“Quiero expresar nuestra condena pública, nuestra indignación por la decisión unilateral del secretario general de la OEA, que de la manera más ruin, cobarde y canalla ha optado por convertirse en correa de transmisón del imperio, para golpear a uno de nuestros pueblos. Lo reprochamos públicamente, sentimos una enorme indignación y expresamos nuestra protesta de actos que, por supuesto, nos ofenden como latinoamericanos y pueblos bolivarianos”.
De esta manera, el representante boliviano ratificó públicamente la condena y el reproche contra Luis Almagro, quien intentó la intervención internacional de Venezuela al invocar frustradamente la supuesta “Carta Interamericana Democrática” al país.
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“Nunca vamos a estar de acuerdo, jamás, ni compartir decisiones unilaterales que laceran la soberanía y autodeterminación de nuestos pueblos, y mucho menos de Venezuela”, reafirmó el alto funcionario, quien además cuestionó la conducta de dirigentes políticos venezolanos, quienes motorizaron abiertamente la solicitud de intervención internacional.
“Cuestionamos, condenamos cualquier acto o atentado contra la democracia venezolana y el pueblo, venga de donde venga. Vamos a estar al lado del pueblo venezolano como estuvo siempre el Comandante Chávez al lado de los más humildes del Estado Plurinacional de Bolivia”, agregó, contundente.
El Ministro Quintana alertó sobre la nueva estrategia de agresión a los países progresistas, mediante la guerra mediática utilizando para ello las empresas de comunicación transnacionales. Agradeció por ello la existencia de TeleSUR, como herramienta de lucha y defensa de la verdad.
Recomendó la necesidad de politizar más a las sociedades y convertir los movimientos sociales en grandes fuerzas interpeladoras de la agresión imperial.
“Estamos acá para expresar nuestro apoyo incondicional, firme, vigoroso, a la lucha descomunal que está librando el puebo Bolivariano de Venezulea y lo sentimos y expresamos ese sentimiento desde lo más profundo de nuestra indignación. Sentimos tanta indignación como ustedes lo sienten porque nos sentimos también agredidos”.
“Es una agresión contra Bolivia y los pueblos de América Latina”, sentenció.