En Eritrea se han cometido crímenes de lesa humanidad desde su independencia en 1991, afirmó un informe de la Comisión de Investigación sobre las violaciones de los derechos humanos en ese país africano difundido este miércoles en Ginebra.
"Eritrea es un estado autoritario, no hay ningún poder judicial independiente, no hay una asamblea nacional, y no hay instituciones democráticas (...) Hay total impunidad para los crímenes contra la humanidad cometidos desde hace un cuarto de siglo", declaró Mike Smith, presidente de la Comisión de Investigación.
El informe señala que "los eritreos se enfrentan a un servicio nacional ilimitado, a detenciones arbitrarias, a discriminaciones en base a la religión o la etnia, a violaciones sexuales y a asesinatos".
Como consecuencia, la Comisión recomienda que el "Consejo de Seguridad presente" el dossier de la situación en Eritrea ante el fiscal del Tribunal Internacional de Justicia para que lo estudie. Además, la Comisión pide a "Estados miembros de la ONU que ejerzan sus obligaciones de perseguir o extraditar a todo individuo sospechoso de cometer crimines internacionales y que se encuentre en su territorio".
El primer informe de la Comisión de Investigación, que fue muy criticado, se publicó en junio de 2015.
En esta primera publicación, la Comisión denunciaba las "violaciones sistemáticas y a gran escala" de los Derechos Humanos por parte del gobierno de Eritrea, que empujan a millones de ciudadanos a huir del país cada mes.
La jurisdicción de la Comisión se prolongó un año más para investigar, esta vez, sobre los "crímenes contra la humanidad".
Eritrea, un país pequeño situado en el Cuerno de África, adquirió su independencia en 1991, después de una guerra de treinta años contra Etiopía. Desde 1993, el régimen de Issayas Afewerki dirige el país con mano de hierro.
Los eritreos, que huyen en masa del régimen, se refugian en Europa, sobre todo en Suecia, Alemania, Suiza y Holanda.
AFP
