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lunes, 2 de julio de 2012

Expresidente boliviano asegura que proyectos como el de Chávez son “populistas y tiránicos”


EFE).- El expresidente boliviano Jorge Quiroga lamentó hoy que a pesar del buen momento económico que atraviesa América Latina, se hayan extendido prácticas “reñidas con el Estado de derecho” en países como Bolivia o Venezuela.
“Es doloroso ver como parte de la bonanza económica se ha usado para extender prácticas profundamente reñidas con el Estado de Derecho y las libertades”, señaló Quiroga, al intervenir en el panel sobre “Instituciones y Estado de Derecho en América Latina” en el marco del Campus Faes 2012.
A ese respecto citó el caso de Bolivia, donde “el Estado de Derecho se ha tirado por la ventana y es ‘estado de capricho’”, señaló, en referencia al gobierno de Evo Morales.
Y también en relación a la Venezuela de Hugo Chávez, Quiroga aseguró que “estos proyectos no son de derechas ni de izquierdas; son ambidiestros para tomar el poder y mancos para hacer políticas constructivas… Son populistas para llegar, hegemónicos para quedarse y tiránicos para perpetuarse. Y eso es lo que más destruye instituciones y Estado de Derecho”.
El que fuera presidente boliviano entre 2001 y 2002 consideró que el principal problema de la región es la inseguridad derivada del narcotráfico, que ha aprovechado el “terreno fértil de la destrucción institucional”.
No obstante, el exmandatario subrayó el cambio positivo que supone el desarrollo de América Latina, que “atraviesa un buen momento económico” gracias a que muchos países se han beneficiado de la bonanza china y han puesto en marcha algunas buenas prácticas en política social”.
Ello, cuando “antes, América Latina era el primer contagiado de cualquier crisis”,recordó.
Destacó que “tres de los asientos del G-20 pertenecen a la región, que crece tres veces más, tiene la mitad de deuda, y ha reducido la pobreza del 50 al 35 por ciento y creado clases medias nuevas en diez años”.
“Si en 2002 alguien hubiera apostado a esto hubiera parecido realismo mágico”, apuntó, para señalar que “la llegada (a América Latina) de las inversiones españolas trajo buena práctica institucional”.