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martes, 25 de septiembre de 2012

Ultramaratonista venezolano completó una dura competencia de 92 kilómetros en 20 horas


Nota de prensa).- El anuncio previo en la conferencia de prensa, en palabras de Catherine Poletti, organizadora del evento, indicando que la ruta sería modificada debido a las condiciones del clima, ya presagiaba que el ultramaratón CCC® (Courmayeur Champex Chamonix) The North Face® Ultra-Trail du Mont-Blanc® no sería fácil para los 1913 participantes, de los cuales 1582 llegaron a la meta y hubo 18% de abandono.
Dos venezolanos, Lago Baroni con el dorsal 6015 y Armando Bajares con el dorsal 7010, lograron alzar el tricolor en la línea de llegada y cumplir su sueño, tras un gran esfuerzo físico y mental.
Desde la salida en el centro de Courmayeur (Italia) la lluvia fue una compañía perenne y la nieve apareció con 20cm de espesor a 1700m de altitud y no a los 2500m como se tenía previsto. Por estas razones, el recorrido planteado para 100km se redujo a 92km luego de que fuesen eliminados del trazado los puntos en El Col des Montets, Tete aux vents y La Flegere, donde se pronosticaban fuertes condiciones climáticas, en su lugar agregaron a la ruta el pueblo de Argentiere a 1000m de altitud.
En opinión de Bajares (quien reside en Canadá) y Baroni (reside en Venezuela) la exigencia de la CCC fue muy elevada y llegar a la meta era un reto para las resistencias físicas y mentales. Por su parte, Baroni cuenta que en varias partes del camino tuvo que sortear algunos obstáculos, además de la intensidad ya mencionada del clima.
Los fuertes vientos que soplaron en algunas partes de hasta 50 km por hora, aumentaron las exigencias y debió hacer un mayor uso de los bastones para mantener el equilibrio. A este desafío, Baroni también debió superar los cruces con piedras, ríos y hasta animales como un toro que se apareció repentinamente, pero curiosamente fue su impulso para correr en un momento en el cual las fuerzas menguaban y los principios de hipotermia causaban preocupación.
“Cuando llegué al refugio de Bovine (1987m), en el kilómetro 64, me di cuenta de que las manos se me habían entumecido mucho y vi a corredores que llegaban pidiendo asistencia médica por la hipotermia. Estuve a punto de retirarme, pero recuperé un poco las fuerzas, el calor en el cuerpo y el ánimo al recordar a todos los que espiritualmente me acompañaban, entonces decidí seguir. Había mucho viento con nieve y no podía ver bien, fue entonces cuando me topé con algo negro que levantó la mirada, era un toro.
Me hice a un lado y comencé a correr más duro para alejarme, aquel animal fue como una señal que se convirtió en un reflejo de supervivencia y en mi impulso para recobrar las energías y continuar más de prisa. Los síntomas de hipotermia continuaron y se hicieron más severos en el punto de control Catogne, kilómetro 75 a 2027m de altura, donde finalmente pude recobrar algo de calor”, relata Baroni.
La gran satisfacción para ambos ultramaratonistas venezolanos se dio al momento de cruzar la meta en el centro de Chamonix (Francia) y llegar sin lesiones. Para Baroni, pese a que el frío aún entumecía los dedos de sus manos y tuvo que pedir asistencia a un compañero para sacar el tricolor venezolano, escuchar cuando anunciaban su nombre seguido de: “Bravo Venezuela”, además de ver algunos rostros de quienes pudieron apoyarlo en presencia, fue la gran recompensa.
Para este ultramaratonista que cubrió la ruta en 20:08:37 de las 26 que estaban establecidas por la Organización del UTMB para clasificar en la competencia y registró la posición 915, ahora es que quedan retos personales y metas por cruzar, como dice su lema: “con mente y corazón”.