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lunes, 22 de octubre de 2012

180 cuerpos albergaban en criptas de la Catedral de Lima


EFE).- La Catedral de Lima muestra al público dos criptas que albergaban en sus tumbas a por lo menos 180 cuerpos enterrados durante la época virreinal, explicó hoy a Efe el arqueólogo que dirigió la excavación, Raúl Greenwich.
Las criptas ubicadas bajo las capillas de la Virgen de la Candelaria y de la Virgen de la Asunción, en la bóveda derecha de la catedral, contenían en el primer caso a las familias de los miembros de la Cofradía de los Zapateros y en el segundo, a personas procedente de un rango social más amplio.
Entre ellos hay un gran número de niños pero sobre todo supone una muestra de la población limeña de la época al conservar los cuerpos de habitantes de distintos estratos sociales”, precisó Greenwich.
Según el arqueólogo, la Catedral de Lima fue desde 1535 y durante la época colonial uno de los principales enclaves sepulcrales de la ciudad hasta que en 1808 se construyó el cementerio Presbítero, pero no se habían rescatado sus espacios y estructuras funerarios.
La cripta de la Virgen de la Candelaria cuenta con cinco tumbas de 80 centímetros de profundidad en las que se hallaron hasta 70 cuerpos, de los cuales 27 eran niños y “uno de ellos era un bebé recién nacido en brazos de su madre”.Estas criptas recién rehabilitadas son dos de las seis de las que se tiene por el momento constancia dentro de su recinto y se han integrado dentro del recorrido guiado que los visitantes hacen por el templo, donde también visitan los restos del conquistador Francisco Pizarro y la cripta virreinal.
Greenwich señaló que se trata de “tumbas colectivas donde se depositaban los cuerpos uno sobre otro únicamente separados por una capa de cal para evitar el olor de la descomposición”.
En cambio, la cripta de la Virgen de la Asunción estaba dirigida a la población general y cuenta con tres espacios abovedados y nueve tumbas de 1,5 metros, donde se habían depositado “al menos 110 cuerpos”.
El proyecto dirigido por el arqueólogo peruano para rescatar el patrimonio funerario de la catedral de Lima comenzó en 2006 con el análisis de los restos de Francisco Pizarro, cuyas conclusiones de la investigación también se exponen en Trujillo (España).