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martes, 4 de junio de 2013

Bergoglio en fotos, un anticipo de los gestos del papa que cautivan al mundo

Las imágenes de Jorge Bergoglio que durante casi una década capturó un fotógrafo argentino y que pueden verse en una muestra en un convento de Buenos Aires anticipaban ya los gestos del papa Francisco que hoy tanto cautivan al mundo. 
Bergoglio en fotos, un anticipo de los gestos del papa que cautivan al mundo
Mientras las fotos del pontífice, casi siempre sonriente, se multiplican a diario en internet y en los periódicos del mundo entero, la exposición "Francisco: servidor en Buenos Aires, servidor para el mundo" muestra imágenes inéditas hasta ahora de un pastor de bajo perfil, algo esquivo ante las cámaras. 

Las paredes del monasterio de Santa Catalina exhiben a partir de hoy veinticinco de estas imágenes, sobre un total de un centenar que desde 2003 tomó el fotógrafo Enrique Cangas de quien hasta el pasado 13 de marzo fue arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina. 

"En estas fotos se pueden ver muchos de sus gestos, esos que hoy vemos en el Vaticano y que para nosotros son una continuación de los que él hacía aquí, en Buenos Aires", dijo a Efe Cangas, que como profesional ha colaborado como voluntario con la Archidiócesis de Buenos Aires. 

Algo sorprendente: mientras hoy miles de personas en la plaza de San Pedro disparan su móvil al paso del "papamóvil" y Francisco no escatima en gestos de cercanía, Cangas revela que el Bergoglio arzobispo "no era una persona que le gustara mucho que anduvieran con las cámaras cerca de él". 

"Siempre fui muy respetuoso de su persona. No me arrepiento, pero pienso en cuántas imágenes no quise sacar para no molestarle, hacerle sentir incómodo o romper con la intimidad de un momento de oración", contó Cangas.

Otra curiosidad: Francisco no esconde su rostro amable, alegre, pero para este fotógrafo las imágenes de Bergoglio que más le costó obtener fueron, precisamente, las de sus sonrisas. 

"Yo ahora lo veo sonreír constantemente, lo veo feliz en el Vaticano. Pero en Buenos Aires, él estaba metido y comprometido en temas muy pesados, como la trata de personas y la pobreza. Esas ocasiones de fotos eran ámbitos donde no se lo veía muy distendido. Entonces era difícil robarle una sonrisa", cuenta. 

Aún así, la muestra rescata este rostro afable de Francisco, en fotos junto a chicos en la misa anual para los niños o en encuentros con los evangélicos. 

De uno de estos encuentros, que habla por sí solo del compromiso del papa con el diálogo ecuménico, data una de las fotos más impactantes de la exposición. 

En ella, se ve a Bergoglio participando como uno más en un acto organizado por los evangélicos en el estadio Luna Park, de Buenos Aires, con 5.000 personas. 

El jesuita se había sentado en la parte alta de las gradas, casi en el fondo -algo parecido a la ubicación que elige en la capilla de la casa Santa Marta de Roma. 

En un momento, los animadores del encuentro proponen a los asistentes abrazar al "hermano" sentado a su lado y orar en su oído pidiendo a Dios por él. 

De ese instante Cangas inmortalizó a un Bergoglio apoyando su cabeza en el pecho de un joven que oraba en su oído. 

Otra de las fotos preferidas de Cangas es una en la que el cardenal está arrodillado frente a la gente que reza por él, una escena que prácticamente se repetiría el 13 de marzo pasado, cuando el recién electo papa se presentó ante la multitud congregada en San Pedro y pidió que rezaran allí mismo por él. 

También es significativa la primera foto que Cangas hizo a Bergoglio lavando los pies de los enfermos en el hospital Tornú de Buenos Aires, un gesto que Francisco repitió este año, el jueves Santo, con chicas y muchachos detenidos en una cárcel para menores de Roma. 

"Lo que deseo es que la gente, al ver estas fotos, descubra la presencia de Dios en este hombre. Se puede ver claramente en muchas de estas imágenes su sencillez y su humildad, la alegría en su expresión, que es lo que le caracteriza", afirma Cangas. 

El fotógrafo tiene la intención de llevar esta muestra, que podrá verse en Buenos Aires hasta el próximo 28 de junio, a la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Río de Janeiro en julio próximo.
EFE